Creo que era Emma Goldman la que decía que si no os daban el pan, lo tomárais con vuestra propias manos. Estos patéticos intentos de distribuir vales de comida son meros parches con tal de adormecer aún más a la población, creando un sistema de dependencia con respecto a otros -que no es más que otro engranaje del mundo jerárquico en una escala menor, cambiando el patrón por la Unión Europea o la benevolente Iglesia-. Esa gente no se moverá debido a su miedo de no conseguir sus preciados vales, lo que no es más que otra anestesia social con diferente nombre.
Afortunadamente, y de forma paralela a los intentos de perpetuar el canibalismo social en Grecia -que es lo que se hace al pretender humanizar la miseria cotidiana, los anarquistas griegos llevan ya meses haciendo expropiaciones de grandes cadenas de supermercados y distribuyendo los alimentos entre la población, y de vez en cuando incluso tienen ideas aún más brillantes como la del siguiente comunicado. Si descubren la forma de expandir este tipo de acciones a todos los ámbitos de nuestras vidas, habrán encontrado la clave.
El pasado junio invadimos un supermercado que pertenece a la cadena Masútis, y expropiamos material de primera necesidad (aceite, pasta, leche etc.). Destrozamos el mecanismo de alarma y las cámaras de vigilancia, abrimos los cajeros y quemamos todo el dinero que había en su interior.
Desde el principio nos habíamos puesto de acuerdo de que nos repartiríamos todo el material apropiado entre nosotros, los compañeros que participamos, y que no lo íbamos a repartir a la gente fuera del supermercado. Con esa decisión quisimos dejar claro de que esta, y otras prácticas, no tienen como objetivo auto proclamarse salvadores de la sociedad ? de hecho, deseamos que la misma sociedad se familiarice y adopte este tipo de prácticas sin tener que esperar al "revolucionario altruista/amigo de los pobres". Y especialmente en un momento como este, cuando la misma podredumbre del sistema impulsa al ciudadano a la degradación total.
En cuanto al nombre con el que se nos ha bautizado -Robin Hoods de los supermercados- desde los medios de comunicación, es otro típico intento de tergiversar el significado de estas acciones, mostrando a los compañeros como una especie de élite que roba para los pobres para que ellos mismos sigan con su pasividad, ya que alguien pensará-actuará-cuidará de ellos.
Nosotros no creemos en una sociedad de gente de "mente débil" que para mantener su existencia tiene que ser necesariamente dominada, como es el deseo de la propaganda dominante. Nos da alegría cuando vemos personas que caminan con la convicción de que ellos mismos llevan las riendas de sus vidas, lejos de todo tipo de intermediarios. Cuando se organizan en base a la solidaridad, el anti autoritarismo y la auto-organización. Cuando no se tragan el cuento de que todos juntos, uno apoyando al otro podremos salir de esta crisis.
La quema del dinero es una acción simbólica que habla por si misma. Esos pequeños pedazos de papel que se convirtieron en cenizas en solo segundos han podido, incluso en menos segundos, destruir vidas, relaciones, transformar al humano y sus deseos convirtiendo vidas en índices, sentimientos y experiencias digitales, simplificando los sentimientos de alegría y de miseria a la disyuntiva de si tengo o no dinero.
Los ladrones de los ladrones
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