Abro este debate de buen rollo y sin buscar bronca entre los participantes y sin ánimo de ofender a nadie. Solamente para discutir diferencias.
Yo vivo en la costa, tengo el mar a 15 minutos (y ya me parece demasiado), y siempre he notado que la gente que viene del interior de España suele ser más seca, algo cerrados, etc... Muchísimos consideran el idioma catalán como un dialecto. Hecho que me parece muy alarmante.
Nunca le había prestado demasiada atención a esto, pero he pasado un par de días por Madrid y puedo afirmar que existen múltiples diferencias entre la gente que vive en el interior y en la costa.
Primero, voy a redactar los motivos por los cuales me gusta vivir en la costa.
Vivir cerca del mar es un privilegio enorme y muchas veces no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde.
El mar es un amigo, un compañero... Es un alivio a la rutina y al agobio. Te relaja las dudas, alivia la tristeza de un modo sorprendente. Te sientes parte de una inmensidad.
El mar te aflora sentimientos, emociones. El mar siempre está ahí, en tus buenos momentos es un acompañante que aún le da más alegría a todo, y en los malos momentos es como un fiel amigo que escucha y te relaja. Siempre está ahí, en la compañía y en la soledad, en verano o en invierno, a cualquier hora...
Es muy difícil explicar con palabras lo que el mar te hace sentir.
Cuando siento que el dolor me mata, me gusta escaparme a la playa y empezar a correr, para luego, cuando me canse, sentarme en la orilla a escuchar la tranquilidad y ver como el sonido de las olas, el olor a mar, la inmensidad... van sanando mis heridas automáticamente.
Me gusta, en los buenos momentos, ir con algún amigo a la playa a pasar el día y luego tomarnos algo en algún chiringuito, viendo como la alegría se apodera de todo el ambiente en todo momento.
En el lugar donde vivo, el invierno es muy suave, por lo tanto, es posible disfrutar de estos momentos, básicamente, todo el año.
Cuando vives en la costa, puedes optar a todo, tanto montaña como playa.
Cuando estuve en Madrid, lo primero que noté, es que el clima seco me mataba. A los pocos minutos de estar en Madrid me agobiaba, me daba ansiedad... No sabía que yo era del tipo de personas que se sentían así cuando no tenían la playa cerca.
Para mí, estar lejos del mar, era una tortura.
Tampoco sé si el agobio vino a que Madrid es una ciudad estructurada de una forma algo peculiar a la que cuesta mucho acostumbrarse.
También se me hizo muy duro estar en una ciudad donde solamente había un idioma oficial, para mí fue mortal... Yo no puedo vivir sin escuchar variedad de idiomas. Me da igual entender el idioma o no, pero vivir en comunidades donde solamente hay un idioma... Pfff, simplemente agotador. Pero dejémoslo que el tema no va por aquí.
Después de pasar el día por ahí, a eso de las 8 me fui al piso de un colega que ya se iba fuera de España. Y esa noche éramos unos 8 ó 9 tomándonos unas cañas.
Bien, aquí van algunas de las diferencias.
Había un chaval andaluz, otro del País Vasco, otro de Alicante y yo. Los demás eran madrileños, menos mi colega que es de otro país.
El chaval andaluz, el de Alicante y yo, hablábamos entre nosotros y nos entendíamos perfectamente.
Los madrileños, en cambio, eran muy diferentes. Como ya he comentado al principio, más secos y cerrados.
En cierto momento, el de Alicante y yo, soltamos algunas cosas en catalán (expresiones típicas más que nada, no hablábamos en catalán entre nosotros por respeto a los demás). Y entonces un madrileño nos suelta que no hablemos catalán, que allí no se habla ese "idioma". Lo quiso llamar dialecto.
Nosotros, obviamente, estábamos flipando. Ni al de Andalucía ni al del País Vasco le pareció nada alarmante que hablásemos como mejor nos viniera. En cambio los madrileños nos miraron con una cara que aún no me creo. (Luego, cuando solamente hablábamos castellano vino el buen rollo otra vez).
Algún amigo mío que también estuvo unos días por Madrid afirma que, al estar tan al centro de un país, las ideas se cierran un poco y a la mente le cuesta expandirse para ver más allá, y que por eso los del interior eran bastante más cerrados. Yo no estoy nada de acuerdo con esto, pero creo que sí que puede influir un poco. Ya que la gente de costa que he conocido (tanto en el Norte como en el Sur), eran muy distintos a la gente de interior.
Pues nada, de momento esto es lo que se me ocurre. Más tarde si tengo algo más que decir que se me haya pasado ya lo diré
¿Vosotros que preferís costa o interior? ¿Por qué?