El teórico consiste en inflarse de hacer tests en los ordenadores de la autoescuela, punto.
El práctico es cuestión de suerte, y de tener mucha confianza en tí mismo.
Y cuando digo suerte, me estoy acordando de esos semáforos de pulsar para cruzar, que ponen en los paseos marítimos, y que algún idiota pulsa aunque no venga nadie. Pues bien, la "suerte" está en poder frenar a tiempo si vas a 50km/h en un puto peugeot 206 destartalado con los frenos gastados, si se pone en ámbar justo a 20 metros (la distancia crítica donde en teoría da tiempo a parar antes de pasártelo).
Y si, hay un verdadero negocio montado en las autoescuelas con los exámenes, y como se las maravillan los profesores mas viejos para tener siempre una reserva mínima de gente para el siguiente examen.