Lo normal es ser raro.
Dentro de poco lo habremos visto y oído todo, y las cosas dejarán de sorprendernos. Será raro encender la tele y no encontrarnos con desconocidos peleando por la fama hasta el ridículo. Serán normales las noticias de mujeres maltratadas, de muertes por anorexia, de suicidios, de atentados terroristas... Viviremos de alquiler en cinco metros cuadrados y no nos giraremos por la calle cuando veamos a preadolescentes con minifalda y relleno o a niños de doce años comprando alcohol para el botellón del sábado por la noche. Normalmente las cosas cambian. Raramente mejoran.
Empiezo a aburrirme de todo esto