La gente de éxito no siempre es individualista, rica, inteligente, fuerte, talentosa o con suerte.
A veces gana gente que, simplemente, no sabe rendirse.
©Alejandro López Leiva
Y en el fondo deseas liberarte, una copa de Vozka y un buen cigarro, los zapatos, la camisa y una buena dosis de colonia. Sabes que no estará ahí para verte, pero todos los abrazos son buenos. Quizás hoy sea el día... o mejor dicho la noche la cual logres olvidarla. Sabes que por unas horas estarás sumergido en música, alcohol, fiesta, gente... estarás sumergido en otra realidad. En esa realidad todo el mundo es feliz, todo el mundo busca un poco de liberación... pero sabes que a las siete de la mañana todo vuelve a la normalidad. Una buena resaca, unas buenas fotos, unos buenos momentos pero de nuevo la misma mierda. El mismo día, el mismo sentimiento. Otro día en que vuelves a pensar en élla. Pero aun no comenzó la noche, sabes que mañana sera como ayer, pero por el momento solo pensaremos en la fiesta y el olvido que se avecina.