La ofensiva contra el fraude fiscal y los ingresos no declarados a Hacienda relacionados con personajes famosos continúa. Y el fútbol profesional es una fuente de ingresos destacada para los hombres de negro de Montoro. Las inspecciones están en marcha y afectan, según algunas fuentes, a algunos de los más relevantes miembros de este elitista grupo. Un mínimo de siete serían los afectados. Entre ellos, Iker Casillas, portero del Real Madrid y de la selección española, que recientemente ha tenido que pagar al fisco unos dos millones de euros, según fuentes consultadas por este diario. También están incluidos en la lista de inspeccionados, entre otros, el centrocampista del Real Madrid Xabi Alonso y el delantero del Atlético de Madrid David Villa.
Los alrededor de dos millones pagados por Casillas responden a diferencias sobre el modo de aplicar el tratamiento fiscal a determinados ingresos.
Fuentes cercanas a los representantes del jugador madridista aseguraron ayer que "a día de hoy tanto el jugador a título personal como su sociedad, Ikerka, están al día de sus obligaciones fiscales y con las cuentas casadas con Hacienda".
Respecto a la inspección recién finalizada, esas mismas fuentes aseguran que "lo que se ha producido son unos ajustes por discrepancias en la interpretación de la normativa, pero en ningún caso se han aplicado sanciones por parte de la inspección y por eso ha sido posible alcanzar un acuerdo".
Según otras fuentes próximas a asesores fiscales implicados en el asunto, la inspección ha considerado que en el caso del jugador blanco, a diferencia por ejemplo de lo que la Agencia Tributaria y la Fiscalía consideraron en el caso de Leo Messi, no ha habido ánimo de dolo, de eludir sus obligaciones fiscales, motivo por el cual su expediente no se ha tramitado como un delito. Es decir, no se ha enviado a la acusación pública para que presentase una querella en los juzgados.
Estas cantidades pagadas por Casillas son también superiores a las denunciadas en el caso de la soprano catalana Montserrat Caballé, recientemente imputada por un juez de Barcelona.
La detección de posibles bolsas de ocultación fiscal forma parte de los planes de inspección de la Agencia Tributaria, que se ha concentrado en los colectivos de mayores ingresos y más proclives a recurrir a la ingeniería fiscal, como la creación de sociedades en paraísos fiscales, para eludir el pago de impuestos.
Las nuevas inspecciones han ralentizado las negociaciones para cerrar judicialmente el caso Messi, abierto el año pasado tras la presentación por la Fiscalía de una querella en los juzgados de Gavà. Poco después, los representantes del jugador pagaron en Hacienda diez millones de euros correspondientes a los años 2007, 2008 y 2009, que fueron los denunciados.
Desde ese momento se inició una negociación para cerrar el asunto con una condena penal pactada de carácter menor para el padre del jugador, Jorge Horacio Messi, el gestor de sus intereses económicos. A cambio, se aceptaba tanto la sentencia como la responsabilidad y se asumía una sanción del orden del 62% de la cuota defraudada; es decir, hasta seis millones más de lo que ya había depositado el jugador.
Además, Leo Messi ha actualizado todos los ejercicios fiscales vencidos -es decir, sin incluir el 2013- y que no habían sido inspeccionados y ha aplazado el pago, depositando un aval de 25 millones de euros financiado por las entidades financieras.