Sombras en el Frente: Compañía Titán

aNuBiS

I

Tenía la impresión de haber escuchado antes esa melodía, pero no sabía donde, ni siquiera sabía si era producto de mi imaginación el recordarla.
Había algo que me inquieto, aun mas si cabe, el sonido no provenía de ningún lugar…No había una fuente que emitiese esa melodía, daba la impresión de ser el lugar mismo el que…cantaba…

El ruido que escuchamos me sobresalto, consiguió hacer que dejase de lado aquellos pensamientos, mientras rápidamente me agachaba y apuntaba con mi fusil…Nada.

Avanzamos examinando aquella enorme sala de nuevo, hasta que el cabo vio un pequeño agujero en la pared, que mas se asemejaba a una ratonera que a una entrada…Pero no había otro lugar por el que salir, así que con más o menos recelo fuimos pasando uno a uno, gateando a duras penas hasta llegar a la nueva sala.

No entendí por que, pero me sentía mas reconfortado en aquella nueva habitación, seguía teniendo ese halo de macabro misterio, pero al ser mas pequeña daba mas sensación de tranquilidad.

No dije nada, pero cuando escuche hablar a Pierce le tome por loco, es muy común que las situaciones de estrés, y mas durante las guerras hagan tener alucinaciones a la gente…Y aun mas común después de lo que estábamos viendo…No se lo reprocharía.

Yo también prefería abrir el armario primero, así que saque mi pistola, me colgué el rifle y colocándome al lado de Pierce nos preparamos para abrirlo

  • Cu cu… - dije en voz alta, intentando relajar el ambiente.
kOnOrZ

Y en aquella pequeña habitación se encontraban los soldados de la compañía Titán liderada por el mismísimo Satanás, habían visto muchas cosas durante la guerra, cosas realmente desagradables, se habían ido haciendo poco a poco tan fríos que eso ya no les perturbaba, pero desde el mismo momento que pusieron el pie en aquellos subterráneos todo cambió, todos sentían en su interior un miedo irracional...

Decidieron abrir el ropero que había en la estancia, no tenía cerradura, ningún cierre aparentemente por lo que no les costó abrirlo...

Cuando Pierce comenzó a abrir las puertas notó como algo empujaba hacia afuera y sin poder evitarlo algo se le echó encima. Cuando pudo zafarse del peso muerto se dio cuenta de lo que era, el pánico acompañado de un largo escalofrío recorrió el cuerpo de todos los presentes. Se trataba de una mujer, una joven de aproximadamente 25 años, rubia con el pelo largo. Estaba completamente desnuda, pálida... no tenía ni manos ni pies y los labios estaban cosidos con hilo negro al igual que sus parpados. A pesar de las amputaciones no tenía ninguna herida visible.

Cuando el Cabo Graham se agachó para inspeccionarla de cerca ésta emitió un sonido penoso, ¡estaba viva!.

- Voy a cortarle los hilos de los labios y los ojos - dijo el Cabo mientras sacaba su machete de la funda, cortó los hilos negros pero la chica no abrió los ojos hasta pasado un rato, tenía unos preciosos ojos verdes que mostraban una extrema melancolía.

- Dinos que te a pasado, quien te a echo esto.

La chica intentó pronunciar alguna palabra, no podía emitir más que un sonido incoherente, parecía muda... no, no era muda, la habían cortado la lengua.

- Está bien, tranquila, ¿puedes incorporarte?, siéntate en ésta silla... - la ayudó gentilmente el Cabo Graham mientras se quitaba la cazadora para arroparla un poco, se dio cuenta de que la chica no hacía ningún esfuerzo en reincorporarse, seguramente estaba totalmente paralizada. En ese momento la chica vio los muñones de sus manos y pies y comenzó a sollozar y a gritar (o al menos es lo que intentaba).

  • Tranquila... nosotros te ayudaremos.
101010

Estaba inspeccionando tanto la puerta como los candeleros, inconsciente totalmente de lo que pasaría...

Estaba tranquilo, dentro de lo que cabe, en parte ausente. Cuando a mis espaldas escuché ese ruido, y di media vuelta.

La visión se me hizo aterradora, la chica... la chica estaba... ¡Dios santo! ¿Qué habían hecho con ella?
¡Sus manos! ¡Sus pies! ¡Por Dios, ese hilo negro...!

Mi corazón se aceleró muy rápidamente, parecía querer vomitar, al igual que mi estómago...

Ciertamente, pese a la situación, procuré controlarme y viendo que mis compañeros estaban atendiendola y como el Cabo no me dió orden alguna...proseguí inspeccionando la zona.

No me limité a las cerraduras, observé si había algún sistema de ventilación, algún altavoz, o micrófono, algún tipo de cámara...

Efectué todo esto sin dejar de mirar cada poco tiempo el rifle que colgaba a mi espalda...

Hasta fijarme en el cajón, no fue difícil abrirlo y dentro encontré un libro grueso, de unas 300páginas e impregnado de caracteres extraños y totalmente desconocidos...

Cabo, he encontrado algo...

Está bien, dejame echarle un vistazo El Cabo hojeó el libro y después de un rato lo cerró para devolvermelo.

Ten, guardalo en tu mochila.

SeiYa

Al ver a aquella mujer un increíble miedo recorrió todo mi cuerpo.

Si mis enemigos eran capaces de hacer algo así a una mujer tan bonita, no quiero saber que nos harían a nosotros, sus enemigos.

Rápidamente imité al Cabo y también ayudé a cubrir a la mujer con mi chaquetón.

Debíamos recuperarnos, no sabíamos de donde coño había salido esa mujer y menos tan repentinamente.

Saqué mi cantimplora y la ofrecí beber a la mujer, seguramente estaría sedienta, también, sin pensarlo dos veces, la ofrecí algo de la ración de comida que llevaba encima.

Volví a palpar mis bolsillos en busca de tabaco pero obviamente, no había aparecido ninguna cajetilla mágicamente, así que me resigné de nuevo y dejé que pasaran esos minutos que se me habían convertido en horas.

Zheiwander

Una idea recorria mi cabeza.
Que necesidad tenia el ejercito nazi de retener a una persona incapacitada y que no les aportaba nada, encerrada en esa especie de zulo y que estaba obviamente destinado a una religión ímpia y oscura, estaba bastante claro a que nos enfrentabamos, y no era a lo que nos habíamos estado entrenando para combatir durante tiempo.

Intenté explicar esto a mis compañeros, intentando no mostrar signos de altaneria, al quizas, haberme dado cuenta que ellos aun no tenían muy claro donde se encontraban, o si tenian alguna duda de quien podria haber cometido ese crimen contra una persona totalmente inofensiva, intenté explicar la situación de la forma mas comprensible, pero no podía retener el tono nervioso que llevaban mis palabras.

Pregunté al cabo, médico de campaña, si era posible que una persona que había sido mutilada tan cruelmente podía sobrevivir en un armario, sin desangrarse, y que si existia algún médico tan prodigioso como para que pudiera cortar la hemorragia tan intensa que podían provocar esas heridas.Terminé la larga perorata con:

-Quien quiera que haya cometido tan atroz crimen, debe pagar por ello, conforme a esta chica, no creo que podamos hacer nada por ella

aNuBiS

I

La puerta del armario se abrió y lo que vi me dejo sin palabras.
Apenas acerté a separarme del armario y apuntar con la pistola, como acto instintivo, mientras veía aquel, en sus buenos tiempos, bello cuerpo caer contra el suelo.

No estaba preparado para tal aberración de la ¿Naturaleza?, los ojos y los labios cosidos, manos y pies amputados…Había escuchado rumores sobre los experimentos que llevaban acabo los nazis, pero esto…esto era…

Vi movimiento y me sobresalte,…- Dios mió..- susurre mientras la veía moverse, recordando vagamente a Jannet, no, no podía pensar en aquello…Estaba petrificado por el miedo, pero a la vez una sensación me recorría entero mientras miraba como todos estaban volcados cerca de aquella mujer…
Di varios pasos hacia atrás, hasta chocar con el armario, ahora semi abierto, no quería ver mas a aquella mujer, no podía.

Un pensamiento me asalto, mientras escuchaba hablar atropelladamente a los demás…Nadie podía mantener la compostura en estas circunstancias…Pero lo que mas me asustaba es como pudo estar allí…sobrevivir alli.
No paré de apretar la pistola mientras daba forma a aquellos pensamientos.

Me di la vuelta y pistola en mano, examine cuidadosamente el armario, debia haber algo alli dentro, algo que explicase por que estaba aquella mujer asi.
no no…Esto esta mal, hay algo malo en todo esto…Vigiladla...No sabemos si es un nuevo arma nazi... Acerte a decir a duras penas...Ni yo mismo creia en esa posibilidad.

duende

Cuando aquella chica calló sobre mi, el corazón me dió un vuelco. Con todo lo que había visto y la tensión a la que había estado sometido casi me dejó inconsciente. Poco a poco me reincorpore, mientras mis compañeros hacían caso a la jóven, y porque no decirlo pasaban de mi como la mierda.

Me intrigaba conocer algo sobre que pintaba una chica amputada en un armario en medio de la nada. ¿Tal vez un sacrificio de aquel horrendo monje que había visto instantes antes?
Era básico que la chica nos contasé que demontre era lo que allí ocurría. Pregunté a ver si alguién llevaba un lápiz a mano, tal vez la chica pudiese escribir algo con sus magullados labios. Por intentarlo no iba a quedar, y la curiosidad me corrompía.

Mientras dejaba a mis compañeros ocuparse de ello, era mucho tiempo sin ver a una mujer por muy amputada que estubiese, decidí inspeccionar el resto del armario. El que no hubiese un rastro de sangre, o de algo, me intrigaba.

kOnOrZ

- Si, es probable que alguien sea capaz de sobrevivir a éstas amputaciones si las hemorragias se han controlado adecuadamente, pero aún así... - el Cabo Graham guardó silencio, pensativo.

Pierce e "I" comenzaron a buscar algo por el armario de donde había salido la chica, no encontraron nada, el armario estaba absolutamente vacío.

- Será mejor que avancemos con mucho más cuidado, si ésta chica está aquí significa que éste lugar aún es visitado por alguien, y puede que ese alguien esté por aquí. -

Se dispusieron a abrir la puerta de metal que había en la sala, ésta se abrió sin problemas, delante de ellos un pasillo de unos 6m. de largo, un pasillo sin salida, al final solo había una pared de madera con musgo.

El Cabo comenzó a empujar de diferentes formas la madrea, no se movía, dio un par de golpes y a juzgar por el sonido la madera debía de ser realmente gruesa, el tablón parecía fundirse con la roca de las paredes laterales.

- Bien, ¿y ahora qué?.

SeiYa

Continué caminando por el pasillo junto al Cabo para acar sorprendiéndome de que aquello no tenía salida y que cojones hacía eso ahí.

  • Tenemos granadas, minas y cargas explosivas ... yo voto por derribarlo.

Ya estaba cansado de tanta mierda, lo mejor era derribarlo, si salía bien saldríamos de ese agujero ... sino, seguramente también. Y aunque la segunda forma de salir me guste menos que la primera, sigue siendo una forma de abandonar aquel infierno.

Zheiwander

Ese pero aún así del que hablaba el cabo no me daba ninguna seguridad de que las palabras de las que había hablado eran ciertas, es más, no se le veía demasiado convencido de sus propias palabras.

Una explosión nos sepultaria a todos bajo tierra, no debemos olvidar que estamos bajo tierra, y que cualquier sacudida fuerte podría hacer que todo aquello se viniera abajo.

Estaba seguro que por ahí cerca debia haber alguna especie de mecanismo,o incluso en la sala anterior, asi que me dirigí a comprobarlo yo mismo.

duende

Cuando observo que Doe pone una mano en los explosivos le digo que mejor que no lo haga, una explosión nos sepultaría a todos ,aparte de atraer la posible atención de lo que quisiese que habitase alli.

Viendo que el interior del armario estaba vacio, intento mover el armario para ver si se nos ha escapado algo en la parte de atrás. Algún maldito agujero o mecanismo que nos permita salir de aquí. Si no tendre que acercarme al muro de madera y ver si hay algo que el musgo nos impide ver...

Tras comprobar la parte trasera del armario y ver que no había nada fuera de lo normal. Me dispuse a quitar el musgo. Al rato de empezar me encontré con unos arañazos y un extraño símbolo.

La verdad es que no tenía ni idea de que podría significar aquello. Tal vez la chica supiese hacernos entender algo.

101010

Tras la puerta otro pasillo, y que incoherencia pensé... al ver la madera que hacia las veces de muro.

Si está en el pasillo, es porque se puede quitar... no veo buena opción explosionar nada aquí, si tengo que morir prefiero que mi tumba esté en mi casa

Observé paredes, suelo y techo cercanos a la madera y finalmente opté por intentar hacer palanca con alguna herramienta.

Pero no, no había forma alguna... ¿Ahora qué? ¿Volver atrás? ¿Dónde estamos concretamente? Hemos caminado bastante...

aNuBiS

I

Fue una reacción bastante estupida, pero me tranquilizo no encontrar nada dentro del armario.
Todas aquellas cosas comenzaban a mellar mi tranquilidad y quizás pronto me hiciesen estallar, pero aquella no seria la ocasión...No paraba de mirar de reojo a aquella mujer.
Ayude a retirar el armario y a buscar detrás, aun con la pistola en la mano, pero mas relajado...Sinceramente no esperaba encontrar nada.

Cuando terminamos en aquella habitación avanzamos por la otra puerta, ayude a levantarse a la chica y la lleve atraves de aquel pasillo, escuchando por si decia algo.
Pero resulto ser otro callejón sin salida.
Una puerta de madera, bastante gruesa, impedía el paso.
Tom comenzo a escarbar el musgo y vio un extraño símbolo, similar al que vimos con anterioridad en aquella capilla, pero no, definitivamente no era el mismo..

  • ¿Mas símbolos? – susurre algo extrañado, mientras volvía a sujetar con fuerza la pistola y dejaba apoyada en el suelo a la chica-

Comenze a revisar palmo a palmo aquel pasillo, buscabamos algun mecanismo o algo que abriese aquella..¿Puerta? sin tener que volarla…No estaba muy convencido en la utilidad de los explosivos en este caso, pero si no encontrábamos otra forma de abrirla….

  • O salimos por aquí, o volvemos para atrás…Y atrás ya estuvimos… - Estaba lgo nervioso, asi que lo dije incongruentemente, mientras no paraba de buscar…¿Buscar esperanza?
kOnOrZ

La Compañía Titán sigue en la misma situación, deberán hacer algo más si quieren seguir avanzando por el túnel bloqueado por la madera, ninguna de sus ideas o intentos para atravesar el tablón a surtido efecto.

SeiYa

Propongo ir hacia atrás y tenderles una emboscada a aquellos de quiénes procedían los pasos que escuchamos antes de venir a este antro. Así matamos dos pájaros de un tiro, a esos asquerosos nazis y encima salimos de este zulo de mierda.

Me he quedado sin cigarrillos y me sobran balas, me estoy cansando de estas cosas tan raras, quiero volver a beber whisky en mi bar favorito coño!

Zheiwander

Esa situación empieca a ser exhasperante, vagamos sin rumbo por aquel maldito agujero, encontrando a cada paso una situacion o un hecho mas extraño que el anterior.

Lo que me había hecho olvidar la razón por la que estabamos ahí, era bien simple, no había razón.

Sugerí que podriamos volver atrás, ya que no había nada que nos atara a aquel lugar, y, si algo o alguien quería que no salieramos de allí, el mismo tomaria cartas en el asunto para hacernoslo saber