Las Cortes de León y Castilla se fundieron en el siglo XIII, momento el que se considera que surge la Corona de Castilla, formada por distintos reinos: Castilla, León, Galicia y Toledo, así como otros reinos y señoríos conquistados a los árabes: Córdoba, Murcia, Jaén, Sevilla, Granada y Molina de Aragón. Los reinos conservaron su derecho (por ejemplo, los súbditos de Castilla juzgados en el Reino de León o en el Reino de Toledo se acogían al fuero de Castilla).
Tmbn durante el reinado de Alfonso X este concedía un fuero real a diversas ciudades según su libre criterio, localidades como Peñafiel, Santo Domingo de la Calzada, Béjar o la propia Madrid lo recibieron en su condición de derecho local exclusivamente.
En el siglo XVI llega la centralización a la antigua Corona de Castilla con Carlos I, con una revuelta de las principales ciudades castellanas incluída, llamada la guerra de los comuneros.
De todas formas, el Reino de León seguirá existiendo como entidad teórica hasta el siglo XIX, y conservará instituciones propias como el Adelantamiento del Reino de León, el Defensor del Reino de León, etc.