Pasaré directamente a pegar el escrito que ha dejado una afectada del concurso AXE para viajar al espacio:
Jamás pensé que participar en un concurso organizado por la renombrada marca AXE (perteneciente a Unilever) destrozaría mi vida.
El 22 de junio del 2013 se celebró en Ibiza la final del concurso que Unilever organizó en todo el mundo para promocionar su nuevo desodorante: AXE-Apollo. Más de 17.000 personas en España nos apuntamos para alcanzar el deseado premio: un viaje al espacio, sin duda mi sueño desde que era niña.
Por fin el día había llegado, tras meses de competición en los que tuvimos que superar diferentes pruebas, los 20 finalistas nos enfrentamos a la última y decisiva, un blob-jump, actividad que suele consistir en 2 personas que se dejan caer desde una plataforma a un extremo de una colchoneta para, del golpe, impulsar al “blobber” (que está sentado en el otro extremo) a varios metros de altura y, tras el vuelo, caer finalmente al agua.
A pesar de las promesas de seguridad de la organización, algo falló. Fui disparada hasta una altura mucho mayor, de unos 12,5 metros, equivalente a un quinto piso, en plena noche, así que no pude prepararme a tiempo para protegerme del fuerte impacto y… choqué de cara con el agua. El resultado: dos huesos de la cara partidos, lesiones en cuello y rodillas y una incapacidad permanente del 48%.
Todo lo que recibí por parte de la organización fueron unos ibuprofenos y tuve que ir en taxi al hospital más cercano, donde me sorprendió encontrar a otros concursantes lesionados. Yo había sido la última en saltar ¡¿¿Por qué no nos avisaron ni pararon el concurso cuando se lesionó el primero??! Y, además, ¿¿por qué en sus pantallas mostraban alturas menores a las que realmente los concursantes estábamos alcanzando?? 48 horas después, me operaron de urgencia y me pusieron una malla de titanio bajo el ojo y, aunque no he perdido el ojo y tengo la suerte de estar viva, como secuela, me ha quedado visión doble (diplopia) cuando miro arriba, abajo, izquierda y derecha.
El comportamiento de AXE - Unilever no fue el que uno espera de una gran marca que facturó más de 48.000 millones de euros en 2015, obteniendo un beneficio neto de 5.515 millones. Nosotros, cuando nos apuntamos al concurso organizado por Unilever, confiábamos en la seguridad de su nombre, confiábamos en que la prueba final sería un blob-jump estándar como el que habíamos visto tanto en videos de Internet como en los “ensayos” que los de la organización realizaron durante ese día, no con nosotros, sino con periodistas y personal no profesional que habían contratado para el evento. Un salto divertido, sin mayor riesgo, de unos 5-6 metros al agua.
Pero algunos de los parámetros de los “ensayos” se cambiaron en el último momento para dar más espectacularidad a la prueba: no sólo porque en lugar de 2 saltadores habría 3, sino porque alguien de la organización decidió subir la plataforma de salto unos metros para que los concursantes voláramos más alto, concursantes que debíamos llevar un traje de astronauta casero que no revisaron para comprobar su seguridad, tal y como habían prometido, porque no tuvieron tiempo y que incluían un casco de astronauta que, gracias al consejo de un amigo y profesor de acrobacias que estaba en Ibiza esa noche, tuvimos la suerte de quitarnos antes del salto porque, si no, podría no estar contándolo ahora. Pero es que, además, se fue haciendo tarde y los últimos tuvimos que saltar en la oscuridad de la noche… muy espectacular sí, grandes pantallas, grandes focos que, desgraciadamente, seguían al concursante en su salvaje vuelo, cegándolo, imposibilitándole ver la superficie del agua para protegerse del impacto, porque, a pesar de tanto foco, habían olvidado iluminar lo más importante para la seguridad del concursante: el área de impacto.
A pesar de todo, más de 800 días de baja después sigo esperando que AXE - Unilever admita su responsabilidad en lo ocurrido. Hasta el momento, ni mis denuncias en los medios de comunicación, ni la querella interpuesta por un delito de lesiones por imprudencia están funcionando. Y por eso inicio esta petición para pedirle a AXE que asuma su responsabilidad en lo ocurrido durante la final de su concurso del que se quieren desentender y que me indemnice en compensación no sólo por todo el infierno vivido estos años sino por tener ahora que adaptar mi vida personal y laboral a mi nueva condición de incapacitada.
El concurso de AXE me ha destrozado la vida y eso ya no puedo cambiarlo. Lo que sí podemos cambiar es la impunidad con la que actúan grandes marcas como Unilever al no responsabilizarse de sus errores, que entiendan que las personas somos más importantes que sus productos y que no jueguen jamás con la vida de nadie por un poco de publicidad.
Me ha parecido cómico cómo la gente es capaz de exponer su vida a un concurso, que a parte de culpar al concurso debería también culparse a ella misma ya que también aceptó ser lanzada en la noche en la puta colchoneta esa, sin tener (al parecer) experiencia previa. Que la organización tiene algo de culpa por ser irresponsables? También... PEro vamos... xD.
Opinión personal de #144 que participó en el evento.
Comunicado oficial de AXE respecto a las acusaciones de la concursante en #148