#85 Todo tu análisis y discurso se desmorona en el momento que pones el punto de mira en un problema que no existe, en un enemigo imaginario que, en tus propias palabras, "forma parte del problema" en el momento que no comparte tu visión. Conmigo o contra mí. Y punto.
El problema es que tu enemigo es, como ya he dicho, imaginario, por mucho que te empeñes en personificarlo. Nadie propone el fin de las fronteras en el marco del actual sistema sociopolítico. Los únicos que quieren cargarse tu identidad cultural son algunas empresas que hacen uso de la apropiación cultural para hacer su imagen de marca más "cool". Y no hay gobierno alguno que toleraría que su estructura de poder se tambaleara por mucho que su ideología transpire cierta defensa de clase. Por mucho que insistas, no se puede luchar contra ese enemigo porque no existe.
El problema es que tu principal solución es, a todas luces, utópica. No existe estado homogéneo posible más allá de las fantasías de algún trasnochado, menos en el sistema sociopolítico actual en el que las ideas se distribuyen a la velocidad del cable de fibra óptica, las mercancías a la velocidad del mensajero de Amazon y las personas a la velocidad de un vuelo de Ryanair.
El problema es que no sólo no conoces el problema real, sino que no propones solución pragmática alguna para el mismo problema que señalas de forma equivocada, o no te atreves a proponerla.
Al menos haces bien en señalar que debería ser esencial el evitar situaciones en las que se crean refugiados, al César lo que es del César. Ojalá un sistema en el que los pueblos puedieran mantener su identidad y su población y entre los que existieran vínculos en vez de enfrentamientos.
Tengo malas noticias. No sé si te has enterado, pero es que ya es tarde para eso. Y al menos, ahora mismo, hay personas que son víctimas de esa situación que tú mismo señalas.
Y sí, se ha generado una situación difícil de gestionar, no imposible pues naciones y estados han atravesado situaciones más difíciles en épocas anteriores de la historia con muchos menos recursos, pero difícil, muy difícil. ¿Qué propones? ¿Ni un sólo inmigrante? ¿Ni un sólo refugiado? ¿Cerrar las fronteras?
Vamos, que volvemos a lo que centras todo tu discurso "o conmigo o contra mí". O fronteras cerradas o fronteras completamente abiertas. Un control racional de la migración y una gestión de la situación actual es imposible, ¿es eso lo que quieres dar a entender?
El fin de la Europa que conocemos es cuando se anteponga la seguridad a la libertad, el orden a la igualdad, la identidad a la fraternidad. Porque esa es la Europa que conocemos, aunque algunos quieran travestirla y lo intenten de forma más activa una y otra vez.
¿Sabes cuál es el problema? Que algunos, tanto cristianos como musulmanes, tanto rubios como de pelo azabache, están empeñados en cargarse esa Europa.
Y esos algunos, necesitan de un enemigo, tienen miedo a la heterogeneidad, rechazan el modernismo y adoran la tradición, no aceptan crítica alguna e intentan imponer un pensamiento el único mediante el clásico argumento de "conmigo o contra mí".
¿Te suenan de algo?