Deprimirte por fallar es de perdedores.
Da igual si es en una oposición, en un campeonato de atletismo o en un trabajo.
Una cosa es una depresión por una desgracia familiar, una enfermedad o por traumas de la infancia y es de recibo que esa gente tenga todas las ayudas psicológicas que necesite, sin ningún tipo de duda.
Otra cosa muy distinta es presentarte a una oposición de administrativo para un ministerio, fallar y entrar en depresión porque has perdido un año de tu vida. Pues chico, te jodes. Y si te deprimes por eso, tienes problemas más graves que el haber perdido un año de estudio. Que aún así, si fallas, no se considera haber perdido un año, porque para la próxima convocatoria eso que llevas ya de conocimiento extra, pero vamos.
Hay que diferenciar entre la depresión, que es algo muy grave siempre con causas subyacentes y ser un llorica, que es lo que le pasa a muchos.