Este es un tema que he reflexionado muchísimo durante años y años, y he llegado a una pequeña conclusión que aún no he podido compartir con casi nadie, pero voy a hacerlo ahora:
Yo antes también pensaba en el "eterno negro, ausencia de sentimientos e inexistencia". Pero cuando empezó a gustarme la física y me metí a ver sobre cuántica, y ver que todo es energía, que todo proviene de un mismo lugar, que no existe nada que tenga que ver con la existencia... y luego revisarlo en biología, ver que todo apunta a lo mismo... llegué a forjarme una pequeña idea, y es que en realidad, no existimos como individuos, todos somos uno, individualizado en seres que puedan tener conciencia a través de cerebros, etc...
Esta cosa que os parecerá una auténtica perroflautada de tercer grado, tiene una pequeña base... ¿De donde venimos todos? ¿A qué pertenecemos? Venimos de una misma estrella que viene a su vez de un mismo cúmulo de gas que vendría después del Big Bang... Todos, cada uno de nosotros, e incluso un hipotético extraterrestre en la otra esquina del Universo, venimos de ahí. Pero, ¿Y nuestras consciencias? Esa "existencia inexistente", que no podemos saber como funciona... ¿Qué es? Es un cúmulo de órganos y sistemas que se encuentran en el cerebro y nos permite sentir, pensar... Pero claro, por esta regla de 3, si clonamos un cerebro de manera perfecta (Es decir, evitando las pequeñas modificaciones que se producen tras la regeneración del ADN), una vez se crea el cerebro... ¡Nuestra consciencia se encontraría en dos cuerpos!
Hay una forma mucho más lógica de explicarlo, y es que como todos somos el Universo, solo existe un pequeño ápice de consciencia y existencia que engloba a cada átomo, a cada ápice de energía... en el Universo. Una vez un conjunto de átomos consigue crear un sistema que siente, que piensa... esa "consciencia universal" se individualiza en dicho individuo, quedando limitada a sus limitaciones orgánicas y químicas...
Entonces, es simple: Cuando morimos, mantendremos esa consciencia hasta que nuestro cerebro muera (deje de tener reacciones químicas), y entonces, automáticamente, pasaremos a vivir en otro cuerpo con consciencia (Un animal, quizás..? pero en cualquier parte del universo).
Parece muy bonita esta reflexión, que pese a que sea parecida a lo escrito en el Budismo, no pretende ser religiosa ni puramente filosófica. Pero hay algo que os va a dejar la boca agria a muchos, y es... ¿A donde van nuestros recuerdos? Se pierden, simplemente... ya que con la consciencia no puede irse nada material (Consciencia = energía transformada, por lo que no puede irse con nada de materia, y un recuerdo es una reacción química, ergo no es posible llevarse recuerdos). Y... ¿sabéis una cosa? Nosotros somos nuestros recuerdos. Nuestra forma de ser, de actuar.... todo se centra en nuestros recuerdos. Y sí, los vamos a perder, por lo que en definitiva, cuando morimos, dejamos de existir, pese a que a continuación es posible que volvamos a vivir en otro cuerpo.
Es mi reflexión, después de muchos años... A quién le guste bien, a quien no, también. Comprendo que por la similitud de su idea final con el Budismo, a muchos no os gustará, pero para nada creo en las religiones, este parecido se ha hecho solito después de pensar en el tema y compararlo con hechos científicos después de mucho tiempo...