En definitiva, que los creyentes pilláis lo que más os conviene de la Biblia para adaptarlo al avance del mundo (tal y como hace la propia institución), aunque con ello dejéis en claro que no tenéis ni siquiera un mínimo fundamento para creer en lo que creéis. Bien podríais estar ganándoos el Infierno ahora mismo por no creer a rajatabla lo que dice la Biblia (una actitud que siempre he considerado incoherente con la perfección de Dios).
El judeocristianismo está agonizando y, a día de hoy, no es más que una deformación forzada por pura supervivencia. Sus seguidores os movéis entre adaptaciones progresivas y os aferráis a una supuesta vida tras la muerte ajustada a unos cánones bíblicos que no han dejado de variar. Lo que inicialmente decía la Biblia era literal, luego unas cosas pasaron a ser metafóricas, otras se reinterpretaron. La palabra de Dios, dicen. Escrita por hombres, sí, pero deja en muy mal lugar al Todopoderoso. Aunque claro, si ni siquiera se esfuerza (esfuerzo, sí, demasiado para un omnipotente) en dejar bien claras las directrices a creer, ¿cómo tenéis tanta confianza en lo que venga después? Poco le importáis en ese caso, ¿por qué os iba a otorgar una vida eterna?
No sabéis nada, no tenéis ninguna base. Sólo miedo.