Desde que se aprobó la normativa de emisiones Euro 7 hace unos meses, su entrada en vigor estaba fijada para el 1 de julio de 2025. A partir de hoy, esa fecha se retrasa a 2027 para los coches y furgonetas y a 2029 para los camiones y autobuses.
Con una buena parte de Europa en contra de esta normativa de emisiones y China poniendo contra las cuerdas a la industria del motor europea, los 27 países miembros de la Unión Europea han acordado dar más margen a los fabricantes y aplazar dos años la polémica Euro 7.
El aplazamiento de Euro 7 llega solo unos días después de que Reino Unido apruebe retrasar cinco años su prohibición para vender coches y furgonetas nuevos con motor de combustión.
Dos años más de margen para aplicar la normativa de emisiones Euro 7
Euro 7
A finales de 2022, Europa aprobó una nueva normativa de emisiones para los turismos, furgonetas, autobuses y camiones: la Euro 7. Desde entonces, los fabricantes están trabajando a contracorriente para que sus vehículos cumplan con este reglamento el día que entre en vigor.
Hasta ahora, la fecha que fijaba Europa para ponerlo en marcha era el 1 de julio de 2025, pero los 27 países miembros de la Unión Europea acaban de aplazar esa fecha hasta 2027.
Europa ha tratado de apaciguar las aguas en lo que respecta a Euro 7 “para lograr un equilibrio entre requisitos estrictos en materia de emisiones de los vehículos e inversiones adicionales para la industria, en un momento en el que los fabricantes europeos de automóviles están experimentando una transformación de la producción de vehículos de emisión cero”.
A partir de hoy, Euro 7 tiene una nueva fecha de entrada en vigor: 2027 para los vehículos ligeros, es decir, coches y furgonetas, y 2029 para vehículos pesados, es decir, camiones y autobuses. De momento, no cambia nada más.
Esta medida se ha aprobado bajo la presidencia española del Consejo Europeo. El ministro en funciones de Industria, Comercio y Turismo de España la ha valorado:
"Europa es conocida en todo el mundo por producir automóviles de baja emisión y alta calidad. Queremos seguir persiguiendo el objetivo de mejorar la calidad del aire. Nuestra posición quiere continuar el camino de liderar la movilidad del futuro y adoptar niveles de emisiones realistas para los vehículos de la próxima década, al mismo tiempo que ayudamos a nuestra industria a dar el salto definitivo hacia coches no contaminantes en 2035".
"La presidencia española ha sido sensible a las diferentes demandas y peticiones de los estados miembros y creemos que, con esta propuesta, logramos un amplio apoyo, un equilibrio en los costes de inversión de las marcas fabricantes y mejoramos los beneficios ambientales derivados de la regulación".
Después de acordarse por el Consejo Europeo, el siguiente paso de esta medida que aplaza la entrada en vigor de Euro 7 es debatirse ante el Parlamento y la Comisión Europea. Una vez superado ese trámite (al ser una medida acordada entre los 27 saldrá adelante), tendrá luz verde.
A lo largo de los últimos meses, son varios los países europeos han tratado directamente de bloquear esta ley. Primero fue Italia y enseguida apoyaron su posición Francia, República Checa, Rumanía, Portugal, Eslovaquia, Bulgaria, Polonia y Hungría.
Como explicó hace unos meses mi compañero Daniel Murias, una de las razones por la que estos países se niegan a implantar la normativa Euro 7 es el miedo a no ser competitivos frente a China, especialmente ahora que sus marcas de coches están conquistando Europa.
También son varios los fabricantes que han mostrado en público su descontento ante la norma Euro 7. Bien es verdad que, antes de que Europa aprobase la ley, consiguieron un reglamento más permisivo con la contaminación, pero también más difícil de esquivar para las propias marcas de coches.
Para que sus coches cumplan con Euro 7, los fabricantes deben llevar a cabo una fuerte inversión. Y esa inversión se repercutirá en el precio final de los coches, por lo que serán todavía más caros de lo que son ahora.
Por otra parte, Euro 7 no va a conseguir mejoras trascendentales en la eficiencia de los coches, así que los fabricantes se quejan de que la inversión que deben llevar a cabo no tiene mucho sentido.
Hay que tener en cuenta que otra ley ya ha prohibido la venta de coches y furgonetas nuevos con motor de combustión en Europa a partir de 2035. Todos los vehículos que se adapten a Euro 7 no podrán venderse para entonces. Mientras tanto, las marcas chinas no dejan de ganar peso en el mercado Europeo.
Conviene recordar que Euro 7 no solo tiene en cuenta las emisiones del tubo de escape y también pone límites a otro tipo de emisiones, como las partículas procedentes de los frenos y los neumáticos.
Además, establece requisitos mínimos de rendimiento para las baterías de los vehículos eléctricos, como exigencias de durabilidad mínima para sus baterías y la propia vida útil del vehículo.