Considerado como uno de los generales más capaces de todos los tiempos, Julio César protagonizó una carrera militar asombrosa para un hombre que no era un soldado profesional, como los oficiales de hoy en día.
Cayo Julio César, por Rubens
Considerado como uno de los generales más capaces de todos los tiempos, Julio César protagonizó una carrera militar asombrosa para un hombre que no era un soldado profesional, como los oficiales de hoy en día. En la República romana la actuación en la milicia era inseparable de la vida política y los senadores romanos habían de dedicarse a ambas tareas a la vez, generalmente de forma obligatoria.
En el caso de Julio César , sus logros militares estuvieron encaminados en todo momento a conseguir el máximo poder para sí mismo en Roma . Las claves de su éxito estaban en su extraordinario valor personal, que en determinadas ocasiones le llevó a arriesgar su propia vida; en su especial relación con sus soldados, que se mostraron siempre dispuestos a seguirlo hasta la muerte, en su ambición y en su deseo de llevar a cabo las acciones que nunca nadie había realizado antes, y en su habilidad para mezclar sabiamente la crueldad y la clemencia según lo requiriesen las circunstancias.
César dio tempranas muestras de su valentía . Con sólo 19 años ganó una corona cívica , máxima condecoración para quién había arriesgado su vida para salvar otro romano (aunque no se conocen los detalles de su hazaña). El historiador romano Suetonio ha trasmitido numerosos datos sobre el coraje personal del César en su vida del divino Julio.
Era un hombre que sabía manejar las armas y un experto jinete: como el gran Alejandro y su caballo Bucéfalo, César poseía también un caballo predilecto criado en su casa. Los arúspides(adivinos) habían predicho que aquel caballo daría a su dueño el dominio del mundo , y por eso lo cuidó con esmero, y fue el único en montarlo, sin que el animal soportara otro jinete. Incluso le dedicó una estatua en el nuevo foro que hizo construir en Roma.
Corona Cívica
César era un militar infatigable que encabezaba las marchas muchas veces a pié, con la cabeza descubierta bajo el sol y la lluvia. Pero sobre todo lo que se le alababa era su rapidez de movimientos para recorrer largos trayectos. Se cuenta que no dudaba en atravesar los ríos a nado o con ayuda de odres inflados y que arribaba a los sitios más aprisa que los mensajeros que anunciaban su llegada.
En la guerra contra el rey Farnaces del Bósforo, por ejemplo que había invadido la provincia romana del Ponto ,César que estaba en Egipto, partió rápidamente a su encuentro. En pocas semanas se decidió todo , produciéndose un rápido desenlace. Farnaces fue derrotado en la batalla de Zela( 2 de agosto del año 47 aC.) y en uno de los rótulos que César hizo exhibir en su desfile triunfal fue la famosa frase veni,vidi, vici (llegué, ví y vencí), aludiendo a la celeridad de aquella guerra relámpago.
SIEMPRE EN PRIMERA LÍNEA DE COMBATE
En campaña era capaz de los actos más temerarios, hasta el extremo que en una ocasión llegó a disfrazarse de galo para atravesar los puestos de guardia enemigos. Tampoco temía a las tempestades marítimas: en la guerra civil contra Pompeyo se embarcó en una infernal noche de invierno , en solitario y de incógnito , para alcanzar la costa de Grecia, aunque finalmente tuvo que desistir de su empeño. Se dice que en Alejandría tuvo que saltar a una barca debido a un ataque enemigo, y que al abalanzarse otros muchos soldados sobre la embarcación, ésta zozobró y tuvo que lanzarse al agua y nadar casi 300 metros, hasta una nave cercana, con la mano izquierda en alto para evitar que se mojaran unos escritos que llevaba y arrastrando con los dientes su manto de general para evitar que cayera en las manos del enemigo. Suetonio mantiene que logró conservar su famosa capa, pero otras fuentes cuentan que el enemigo la capturó y luego alardeó de este trofeo. Sean o no ciertas estas anécdotas, evidencian claramente la valentía y el arrojo que se atribuía a César en su época.
El mismo general se encargó de consignar algunas muestras de su valor en los Comentarios sobre la guerra de las Galias y en los Comentarios sobre la guerra civil , César en persona los dictaba en un latín que aún hoy en día se considera modélico y en ellos se refiere a él mismo en tercera persona. En el caso de la Guerra de las Galias, no se sabe si esta obra fue escrita y publicada año a año, al ritmo de la campaña, para que Roma estuviera al tanto de sus hazañas, o bien se publicó al final de la guerra. El texto es claramente favorable a César, pues ensalza sus logros y minimiza sus errores y fracasos. Aunque es la única fuente que tenemos para conocer los hechos, no parece que su autor fuera a distorsionar los demasiado los hechos, puesto que los aristócratas que lo acompañaban como tribunos militares también debían informar a sus familias en Roma de lo que en realidad estaba sucediendo.
Durante la campaña de la Galia, César se presentó varias veces en primera línea de combate. En la batalla final contra los helvecios, desmontó y envió su caballo a la retaguardia junto con los de sus oficiales superiores. Así éstos se igualaban a los soldados de a pié, renunciando a la huida. El mensaje era que debían vencer o morir y los soldados se quedaron impresionados con el gesto. César se arriesgó para infundir valor a los soldados y compensar los errores anteriores de la campaña. Fue algo que no volvió a repetir, pero que le hizo ganar mucho prestigio y una intensa admiración.
Cuando al año siguiente las tribus belgas se rebelaron. César les hizo frente en la batalla del Sambre . En esa ocasión al atacar por sorpresa el campamento romano, el general en persona tuvo que multiplicar sus esfuerzos, haciéndose cargo de organizar la línea de batalla y de dar la señal de ataque; incluso tras tomar un escudo, fue cabalgando en primera línea de combate de una legión a otra, animando a sus hombres y llamando a sus centuriones por su nombre.
Finalmente, en el asedio a Alesia su presencia fue vital para la victoria. Los galos que venían en auxilio del caudillo asediado, Vercingéntorix, estaban a punto de romper la líneas de fortificaciones de César. Entonces apareció el general en persona y sus soldados lo reconocieron por el color de su vestimenta, pues solía llevar en los combates una que lo distinguiera. Animados por su presencia, y gracias a los refuerzos , el enemigo fue rechazado y se consiguió la victoria. Así era César, siempre aparecía en el momento oportuno y no dudaba en arriesgarse personalmente.
SOLDADOS FIELES HASTA LA MUERTE
Al ejemplo al valor que él daba se unía una especial relación con los soldados. Sus hombres veían en él a un general cercano y que compartía sus penalidades. No los apreciaba por su rango social ni por sus costumbres, solamente por el valor demostrado en el campo de batalla, y en la asamblea no los llamaba soldados , sino conmilitones, es decir “camaradas”, llegando a aprender también sus nombres. Ellos sabían que su valor sería recompensado y se esforzaban en que su general se fijara en ellos. Estaban siempre dispuestos a llevar hazañas que César no tenía reparos en consignar por escrito en sus obras. Tal es el caso del centurión Esceva , durante la campaña de las Galias, con un ojo vacío , el muslo y el hombro traspasados por 120 flechas , se mantuvo firme en su puesto defendiendo la puerta del fuerte que le había sido encomendado.
Los soldados eran capaces de soportar todo tipo de padecimientos por seguir las órdenes de su general y en la guerra civil muchos de los que fueron hechos por los pompeyanos prefirieron morir antes que traicionar al César . Para resaltar el orgullo de sus soldados, Cesar los equipaba con armas guarnecidas de plata y oro que les permitían presumir y luchar con esfuerzo para no perderlas en el combate. Los tenía siempre en expectativa y preparados para cualquier eventualidad , aunque eso si , les imponía la más férrea disciplina. En ocasiones no les comunicaba la orden de marcha, ni del combate, para mantenerlos en tensión y llevarlos donde quisiera de improviso. El propio César relata la anécdota de dos centuriones , llamados Lucio Voreno y Tito Pulón, que competían durante una acción de guerras, increpándose entre ellos para lanzarse donde más enemigos hubiera . En dos lances tuvieron las oportunidad de salvarse la vida mutuamente y consiguieron llegar a la seguridad del campamento, después de matar muchos enemigos, sin que se pudiera juzgar quién había sido más valiente de los dos.
EL EJÉRCITO DE CÉSAR
Antes de emprender la campaña de las Galias, César había reforzado su ejército . En un principio solo disponía de una legión( la X, su favorita), en la provincia , que fue la que se encargó de la defensa contra los helvecios. En el ínterin, César llevó a la Galia las tres legiones estacionadas en la llanura del Po ( la VII, la VIII y la IX), cruzando los Alpes a marchas forzadas, y además otras dos que había reclutado a toda prisa en la Lombardía (la XI y la XII). Cada legión se componía de unos 6.000 hombres, divididos en 10 cohortes, y éstas a su vez en seis centurias. Su enseña era un águila. Los soldados romanos recibían un entrenamiento excelente recorrían a diario unos 22 kilómetros, distancia que era aumentada en caso necesario, El hecho es muy notable si tenemos en cuenta que cada noche dormían en un campamento fortificado. Sus armas ofensivas eran la jabalina(pilum), con la que se iniciaba el combate y una espada corta(gladius hispanicus),para la lucha cuerpo a cuerpo. Las defensivas eran el casco, la loriga de cuero y el escudo. En el campo de batalla la infantería formaba una triple fila ; los soldados de la primera fila constituían la infantería pesada, iban protegidos por un yelmo, coraza, escudo y espinilleras , y armados con dos jabalinas y una espada. La segunda línea armada casi igual, servia de refuerzo. Por su parte , la tercera que llevaba armamento ligero, servia de refuerzo. Cada legión tenía además un cuerpo de 300 jinetes.
Reconstrucción de un centurión romano del s. I aC., el centurión o jefe de la centuria alcanzaba el caro por méritos personales y años de servicio. Para hacer cumplir las órdenes llevaba en su mano una vara de sarmiento. Museo Nacional de Roma
Su ración diaria de rancho era de 850 grs. de trigo in natura. El soldado o su esclavo había de molerlo y prepararlo , por este motivo cada contubernium ( o tienda común, para grupos de 8 hombres) tenía un molino manual en una acémila. La carne constituía un recurso para caso de escasez y simbolizaba dificultades de avituallamiento. A César le asistían en la dirección de sus tropas dos legados y cada uno mandaba habitualmente una legión . El más importante , y mano derecha de César, era Tito Labieno , su compañero de lucha política en Italia. Además contaba con los tribunos militares . Los cien hombres que componían cada centuria estaban al mando de un centurión, grado que se alcanzaba por méritos propios a partir de un soldado raso. Al ejército regular había que añadir las tropas auxiliares( auxilia) , que portaban un armamento más ligero y eran suministrados por los pueblos aliados ; caballería ligera germana y númida, arqueros cretenses y honderos baleares.
Sus Victorias principales
LA CONQUISTA DE ALESIA(Julio-septiembre del 52 a.C.)
spoiler
Las fortificaciones construidas por César en Alesia. En el mapa de la esquina la cruz muestra la localización de Alesia en la Francia actual. En el esquema el circulo muestra el punto débil en la circunvalación
La capacidad de César como estratega se rebela en toda su grandiosidad cuando sufre derrotas, por ejemplo tras las batallas de Gergovia y Dyrrhachium(48 aC.) . A la vista de lo sucedido en Gergovia lo más factible era regresar a la provincia. Esto implicaba abandonar a su fiel Labieno a su suerte en medio de una Galia insurrecta. Por este motivo, César renuncia a la retirada y emprende una ofensiva hacía el interior del territorio enemigo; se separa de Vercingétorix y se dirige hacía el norte , pero al enterarse de la derrota de Gergovia, Labieno bajó hacia el sur y marchó hacía las tierras de los senones , reuniéndose allí con César.
Entretanto todas las tribus galas habían celebrado una reunión, en Bribracte, por iniciativa de los eduos, una tribu anteriormente leal a César, en la que el prestigio y autoridad de Vercingétorix, rey de los arvernos, alcanzó su punto máximo. En efecto, como consecuencia de la victoria de Gergovia y la adhesión de los eduos, tan solo dejaron de acudir los aquitanos, los remios y los lingones (estos dos pueblos por fidelidad a César) y los treveros, que estaban demasiado ocupados batallando con los germanos en su propio país como para sumarse al levantamiento. La asamblea ratificó a Vercingétorix como jefe supremo, Éste, con el refuerzo de los eduos , se dispuso a invadir la provincia romana. Estos acontecimientos supusieron un alivio para las agotadas tropas romanas y permitió a César reclutar jinetes germanos al otro lado del Rin, con los que compensar la superioridad de la caballería gala. Luego regresó a Besançon , su nueva base de operaciones y salió al paso de Vercingétorix cerca de Dijón. La caballería gala en la creencia de que libraba la batalla decisiva, lanzó un ataque simultaneo por el frente y por los flancos , originando una confusión en las filas romanas.
No obstante , la crisis inicial fue pronto superada , y la caballería germana del general, que permanecía a la expectativa, pulverizó el ataque de los galos. La derrota fue tan sorprendente que Vercingétorix se retiró a toda prisa a la cercana fortaleza de Alesia (Alise-Sainte-Reine), oportunidad que César, tan perspicaz como siempre, supo aprovechar, cuando al igual que Moltke, siglos más tarde, en su famoso giro a la derecha en la batalla de Sedán, varió el sentido de su marcha para perseguir al enemigo y cercó Alesia. A Vercingétorix le quedó el tiempo justo para ordenar la evacuación de su caballería(tropas que en una situación de asedio, incrementaban las dificultades de avituallamiento, ya grandes de por sí) con la misión expresa de recorrer la Galia para reclutar un ejército de socorro. Luego el cerco se cerró en torno a la fortaleza. El sitio de Alesia es considerado un ejemplo clásico de sitio.
A lo largo precisamente de ese año, César había ganado experiencia en el asedio, y planteó la estrategia militar ante Alesía como una guerra de posiciones , porque estaba latente la llegada de tropas de refresco por la retaguardia.
Fortificaciones en Alesia
Aquí César demostró ser un consumado estratega. El problema básico consistía en aislar la fortaleza de todo contacto con el mundo exterior para obligarla a rendirse por hambre. Al mismo tiempo tenia que asegurar sus posiciones ante un eventual ataque por la retaguardia. Las excavaciones realizadas por encargo de Napoleón III, ilustran perfectamente las posiciones del ejército romano, que hallaron un obstáculo adicional en el terreno montañoso.. Pese al hostigamiento de Vercingétorix , César empezó a rodear la ciudad con un anillo de fortificaciones de 16 a 17 kilómetros de perímetro, cortando así todo contacto de la ciudad con el exterior. La ciudad estaba situada sobre una colina, a lo largo de la primera línea puso puestos avanzados y, detrás de ellos, en los lugares más propicios del terreno , instaló campamentos de mayores dimensiones para la infantería y caballería. Tras concluir el primer cerco , César lo circunscribió con una segunda línea fortificada de 21 kilómetros de perímetro, que se adaptaba en lo posible a las condiciones del terreno y aseguraba la vanguardia de los ataques del exterior, aumentó la profundidad de los fosos y los llenó de agua, siempre que fue posible , emplazó torres en las líneas a intervalos y, además dificultó la aproximación por tierra de nadie con cepos, trampas y espinos. Para poder resistir en caso de necesidad el acoso de tropas de refresco, César almacenó abundantes víveres en los campamentos situados en las fortificaciones. Esta formidable instalación se terminó de construir antes de que llegara el ejército de socorro, en un tiempo record de tres semanas..
Entretanto los habitantes de la ciudad habían empezado a sufrir la escasez de alimentos y a Vercingétorix no le quedó más remedio que expulsar de Alesia a todo el que no fuera capaz de empuñar las armas, cientos de mujeres, ancianos y niños salieron a la tierra de nadie y a pesar de sus suplicas no consiguieron que los romanos los acogieran, ni siquiera como esclavos, por lo que perecieron de hambre. Hay quien dice que en Alesia se había hablado de la posibilidad de alimentarse con la carne de los que no pudieran empuñar las armas, las mismas medidas de urgencia que los galos habían adoptado, al parecer, durante el ataque de los cimbrios. Sin embargo los sitiados vivían en condiciones muy precarias, cuando vieron acercarse al ejército enviado en su ayuda, al que recibieron con grandes muestras de jubilo.
En ese preciso instante dio comienzo la batalla definitiva; las fuerzas de socorro al mando de Commio, embistieron contra las líneas romanas, pero al final la victoria se inclinó del lado de éstos últimos. El triunfo se debió en gran medida a la acción de la caballería germana. Después de una día de calma, los galos lo aprovecharon para aprestar todos sus efectivos para un nuevo ataque, esa noche los refuerzos galos intentaron sorprender a los romanos atacando solo por un punto, mientras Vercingétorix salía de la ciudad y se precipitaba contra las líneas de vanguardia.
El combate duró desde la medianoche hasta bien entrada la mañana. Los galos no consiguieron sortear los obstáculos puestos por César en su camino debido a la oscuridad, y después de sufrir fuertes pérdidas se retiraron sin haber logrado su objetivo. Dos días después tuvo lugar el desenlace: mientras el grueso de las fuerzas de socorro marchaba con gran griterío hacia los romanos, tropas de elite(unos 60.000 hombres) al mando de Vercassivellauno, primo de Vercingétorix irrumpieron en el punto débil de las fortificaciones romanas, el área en cuestión era una zona con obstrucciones naturales , en la que no se podía construir una muralla continua, abriendo brecha en ellas. Simultáneamente, Vercingétorix atacó desde la ciudad.
César desde un cerro que permitía una visión de conjunto, asistía al desarrollo de la batalla y ordenó a una parte de sus soldados cargar contra Vercingétoris. Este, tras una dura batalla, tuvo que retirarse. Al mismo tiempo mandó a Labieno con el resto de las fuerzas disponibles contener al ejército de socorro que estaba desbordando ya el anillo exterior: Cuando vio que Vercingétorix se retiraba, César mismo acudió a toda prisa con 13 cohortes de caballería (unos 6.000 hombres) al lugar en que peor estaban las cosas para los suyos.
Su aparición, reconocible desde lejos por el color rojo chillón de su capa de general en jefe, fue la señal que marcó el punto culminante de la batalla. “ Al fragor de la lucha en sí se une el griterío de los nuestros en la empalizada y las fortificaciones todas. Los soldados romanos después de arrojar sus lanzas , emprenden una lucha cuerpo a cuerpo con la espada. De repente aparece nuestra caballería a la espalda del enemigo y se aproximan varias cohortes. Cuando ven esto, los hombres de Tito Labieno redoblan sus esfuerzos mientras los enemigos se dan a la fuga . La caballería les cierra el paso y tiene lugar una gran carnicería, Sedulo, jefe de los lemovices, cae muerto, mientras el arverno Vercassivellauno es capturado vivo mientras huía. A César le llevan 74 enseñas arrebatadas al enemigo , y solo unos pocos del numerosísimo ejército enemigo consiguen llegar vivos al campamento” escribía el mismo César en su crónica Comentarios sobre la Guerra de las Galias.
El ataque frontal y la maniobra envolvente de la caballería conducida por César fueron la clave para la victoria. En esta batalla desarrolla perfectamente una táctica ya ensayada en anteriores batallas: el principio de la reserva móvil que depende exclusivamente del general en jefe y que éste moviliza en el momento decisivo. Durante el asedio de Alesia en cualquier sector existía esta reserva diseminada por los puestos aislados y los campamentos .El general en jefe o uno de sus lugartenientes, manda estas tropas –cuya intervención decide el general-, que emprendan el ataque decisivo en el lugar y el momento precisos. Con el hallazgo de la reserva móvil, César coronó el arte de la estrategia.
Balista romana
Reconstrucción de otros instrumentos bélicos de la época de César, arriba catapulta, abajo onagro, especie de ballesta (imagen derecha)
Tras estos sucesos las tropas de refresco abandonaron el campo y Alesia capituló al día siguiente. Vercingétorix intentó inútilmente , asumir toda la responsabilidad y sacrificarse por su pueblo : “ Se vistió sus aprestos militares de gala, ensilló su caballo y le puso los arreos más fastuosos, como si fuera a un desfile, y salío galope tendido por la puerta. Durante cierto tiempo cabalgó en circulo alrededor de César; luego desmontó, se desciño sus armas y se postró en silencio ante él, hasta que se lo llevaron”. escribe Plutarco. Pero César opinaba que todos cuantos le habían combatido eran rebeldes y merecían un castigo riguroso. Únicamente demostró clemencia con los eduos y los arvernos por motivos políticos , ya que pretendía atraerlos de nuevo a la causa de Roma. César entregó a sus soldados a todos los que se habían rendido para que les sirvieran como esclavos, y encarceló a Vercingétorix durante seis meses, al cabo de los cuales lo mostró al pueblo de Roma con ocasión de su triunfo. Después mandó ejecutarlo.
La caída de Alesia y la eliminación de Vercingétorix supuso la pacificación de la Galia. Bien es verdad que quedaron algunos núcleos de oposición aislados, como los obstinados belovacos (una de las tribus belgas más poderosas), a los que César derrotaría el año siguiente(51 a.C.) con una campaña de gran envergadura , dirigida de manera ejemplar.
LA BATALLA DE FARSALIA (9 de Agosto del 48 a.C.)
spoilerEn la segunda derrota de César en Dyrrhachium(Durazzo) , que no fue definitiva porque Pompeyo tardo en iniciar la persecución de los cesarianos y dio tiempo a César a retroceder y evacuar sus posiciones sin grandes pérdidas posteriores y luego pronunció estas palabras: “ Hoy los enemigos nos habrían derrotado si su general hubiese sabido la táctica a seguir”(Plutarco ,en su obra César). Pero como ya sucediera en Gergovia, también aquí demostró César su talento como estratega pues se rehizo con rapidez y convirtió su retirada en un nuevo ataque: como en el pasado había hecho con Tito Labieno , ahora se adentró profundamente en territorio enemigo para contactar con las tropas destacadas en Tesalia.
Cuando se reunió con ellas cortó de raíz cualquier intento de oposición de las ciudades griegas castigando de forma ejemplar a Gomphi por no haberle franqueado las puertas: como escarmiento permitió a los soldados que entrasen en ella a sangre y fuego, devastándola y saqueándola. Luego continuo penetrando en Tesalia, mientras que Pompeyo le perseguía casi con el doble de efectivos (22.000 hombres y 8.000 jinetes, por el bando de César, por 45.000 hombres y 7.000 jinetes por el bando de Pompeyo), esta batalla decisiva en la guerra civil tuvo lugar en Farsalia y en ella César aniquiló al ejército pompeyano. Antes de la batalla, Pompeyo había intentado posponer la batalla, convencido que el tiempo jugaba a su favor , pero sus amigos y seguidores aristócratas , tras los sucesos de Dyrrhachium, estaban ansiosos de regresar a Roma y vendieron la piel del oso antes de cazarlo; ya se habían repartido cargos y honores, elegido los cónsules para años posteriores; pensaban con codicia en las casas y propiedades de los partidarios de César. Fueron ellos, los optimates los que decidieron entrar en combate, en contra del parecer de Pompeyo.
Cuando César llegó a Farsalia emplazó su campamento en el lugar presumiblemente menos bueno, dejando que Pompeyo levantara su campamento fortificado en el a priori emplazamiento perfecto,¿Como es posible que César hiciera una cosa así?. Desde la guerra de las Galias, César lo hacia durante años y años les daba a sus contrarios ventajas que luego él convertía en desventajas.
Pompeyo transigió ante sus partidarios y le presentó batalla. Pompeyo aprovechando su superioridad numérica , quería romper el frente y después envolver al enemigo por los flancos .
Busto de Pompeyo el Grande, Museo del Louvre, París (imagen derecha)
Los cuatro cuerpos del ejército de Pompeyo estaban formados por Afranio (Legión de Cilicia y cohortes españolas)en la derecha, Marcelo Escipión en el Centro(Legiones sirias) Lucio Domino Enobardo en la izquierda y Tito Labieno( el que había sido la mano derecha de César) en el flanco con su caballería. 7.000 jinetes aliados, 50.000 legionarios, más 5.000 españoles y 4.200 aliados como infantería auxiliar, eran 117 cohortes de las que dejó 7 en el campamento, las 110 cohortes eran once legiones bastante completas, ya que no habían tenido bajas ni dejado guarniciones en ninguna plaza fuerte, asimismo se había rodeado de una numerosísima caballería, Pompeyo prefirió la cantidad a la calidad, ya que este ingente masa de caballos y jinetes con un valor táctico por determinar: en total 66.200 hombres y enfrente tenían los tres cuerpos de ejército cesariano a la derecha Marco Antonio, en el centro, Cneo Domicio Calvino y en la izquierda Publio Sila y César, éste llego con 87 cohortes de las que dejó 7 en el campamento, que eran nueve legiones bastante incompletas ,después de Dyrrhachium tuvo que juntar la Octava y la Novena legión en una ,ya que estaba al límite de efectivos , entre ambas juntarían catorce o quince cohortes, estas ocho legiones disponían de 2.800 hombres cuando lo normal eran 4.800 formaban 23.000 legionarios más 4.400 de infantería auxiliar y 600 jinetes galos y 400 germanos, en total 31.400 soldados.
Pero de nuevo César mantuvo una parte de sus tropas a la expectativa y los movilizó en el momento más oportuno. Por si fuera poco Pompeyo había ordenado a sus soldados que no se moviesen de sus posiciones y esperasen el ataque, confiando que la doble distancia que habían de recorrer las de César mermaría las fuerzas de sus enemigos al entablar combate. Pero los veteranos de César hallaron el antídoto, a medio camino lanzaron sus jabalinas y se tomaron un respiro. En la opinión de César, Pompeyo se equivocó y lo razonaba así: “ En todos los soldados duerme una especie de entusiasmo y genio innatos que se despierta ante la inminencia del combate y los generales no deben reprimir estos impulsos, sino acrecentarlos: no en vano resuenan desde siempre las trompetas de guerra y se oye por doquier un griterío ensordecedor; con estas maniobras se pretende infundir miedo al enemigo y, al mismo tiempo acrecentar el entusiasmo”, César, Guerra Civil por Plutarco . César era sabedor que Tito Labieno era el mejor general de caballería de Roma, no en vano había servido a sus órdenes y con una ventaja numérica de 7 a 1, estaba seguro que éste sería la estrella de la batalla y que lanzaría a sus 7.000 jinetes en tromba contra los 1.000 cesarianos, arrollándoles como un tren y buscaría la tercera línea de la retaguardia, la más débil . César hizo retirar una cohorte de cada legión, de la tercera línea. Teniendo en cuenta que una cohorte de cada legión ya se había quedado guardando el campamento y esta tercera línea solo contaba con dos cohortes por legión, muy mermadas, por lo cual la citada tercera línea solo podría entrar en combate , fortaleciendo las dos líneas anteriores o como reserva táctica.
El plato fuerte de la batalla eran las ocho cohortes que César había colocado, a su derecha, junto a la X legión y detrás de su caballería, César instruyó a sus legionarios que por sus huecos debían dejar pasar a sus jinetes, después cerrarlos y atacar a los jinetes pompeyanos.
El ataque debía ser rápido y agresivo y atacarles directamente a la cara para infundirles pánico. No es de extrañar que décadas más tarde los jinetes de caballería llevasen casi toda su cabeza cubierta con un yelmo. Mientras la caballería pompeyana cargaba contra la cesariana, la infantería ligera de Pompeyo siguió a sus jinetes, esperando el momento de realizar el flanqueo y lanzarse sobre su retaguardia.
Pero los 1.000 jinetes de César aguantaron la embestida de Labieno y buena parte de culpa la tuvieron los 400 germanos que iban al frente. Ya los galos de Alesia que los conocían de sobras se habían aterrorizado al verlos, además entre ellos habían infantes que desde tierra no les daban tregua. Estos lograron frenar la caballería pompeyana.
La mejor estrategia de César y la mayor veterania de sus soldados decidieron el combate. Pompeyo al ver perdida la batalla , se marchó a su tienda, se despojó de todos los distintivos de su rango y emprendió la huida. Los soldados cesarianos invadieron el campamento enemigo, persiguieron a los pompeyanos y los obligaron a rendirse: “Murieron cerca de 15.000 soldados de Pompeyo y se entregaron más de 24.000; ciento ochenta estandartes y nueve águilas(enseñas de otras tantas legiones) pasaron a poder de César”…” En el combate César no tuvo más de 230 bajas, pero de ellos treinta centuriones , gente de gran valor para él” César…Guerra Civil
En su huida, Pompeyo arribó a la costa norte del Egeo ,cruzó hacia Lesbos para recoger a su esposa Cornelía y continuo rumbo hacia el sur de Asia Menor y Chipre. Desde allí embarco hacia Egipto en busca de asilo y al desembarcar en Pelusio ( frontera con Siria) fue asesinado ante los ojos de su esposa por un centurión que había combatido a sus órdenes en la campaña contra los piratas. El asesino, fue un sicario a sueldo de Potino, preceptor de Tolomeo XIII , que todavía era un niño.
GUERRA DE ALEJANDRIA (Octubre del 48 hasta febrero/marzo del 47 a.C.)
spoiler
Al arribar a Alejandría a César le llevaron la cercenada cabeza de Pompeyo y su anillo, en que estaba grabado un león con una espada en sus garras. César, quedo horrorizado ante esta visión , uno de los mejores romanos había perdido la vida a manos de un asesino, pagado por un bárbaro, había perdido al marido de su querida hija, al compañero de armas. César envió el anillo a Roma ,como prueba de la desaparición de Pompeyo e hizo enterrar su cabeza en e Templo de Némesis, la diosa de la venganza, construido expresamente para ese fin.
César atravesó el Helesponto(Dardanelos) y durante la travesía se encontró con diez barcos de la flota pompeyana, mandados por Lucio Casio. A pesar de su abrumadora superioridad, César se dirigió al barco de Lucio y le conmino a la rendición, cosa que él aceptó. A llegar a Troya, la patria de sus antepasados, Dos legiones se le habían unido y con esta modesta fuerza militar(Tres mil doscientos hombres y ochocientos jinetes) desembarcó en Alejandría, dispuesto a pagar una antigua deuda con Tolomeo XIII, entró en la ciudad, precedido por sus lictores , o sea como un cónsul, no como un general, hecho que provocó una profunda indignación entre la población, la cual se acrecentó cuando pretendió mediar en la disputa entre Tolomeo XIII y Cleopatra, su hermana, por el trono de Egipto.
Tolomeo Auletes había dejado el reino a sus dos hijos mayores, casados entre sí, según las costumbres egipcias, para que gobernaran conjuntamente, pero Tolomeo solo tenía trece años y era un instrumento a manos del eunuco Potino, y había expulsado del trono y del reino a su hermana mayor. Ésta se había reunido con sus tropas a la frontera de Siria. Ella ya había mantenido correspondencia con César; y cuando éste llegó a Alejandría se hizo introducir en su palacio, envuelta no en una alfombra, sino en una bolsa de lavandería y ganó a César para su causa. Al día siguiente, durante la recepción, Tolomeo se encontró frente a su odiada hermana Invocó entonces la ayuda del pueblo y se produjeron desordenes. César mandó leer el testamente de Auletes para zanjar la disputa; en el , como hemos dicho anteriormente, gobernarían Egipto y Tolomeo XIV y Arsinoe, los hermanos menores, se les legaban el reino de Chipre, mera cortesía con el nacionalismo egipcio ya que esta isla hacía diez años que no pertenecía a Egipto.
De acuerdo con el testamento, Cleopatra, por ser la primogénita, la más inteligente y además contar con el respaldo de Roma, debía llevar las riendas de la nación. Potino se opuso y ordenó al ejército, acaudillado por Achillas, que acudiera a la ciudad, con un ejército de veinte mil hombres y con la ayuda de la población, hizo retroceder a César al sector de Alejandría, cercano al palacio , y lo cercó. César se vio inmerso en una nueva táctica militar; la lucha por las calles y casas.
Los romanos se defendían con denuedo, pero los refuerzos solo podían proceder del exterior, para lo cual era fundamental mantener libre el camino del mar. César hizo incendiar todos los barcos egipcios, el fuego se propagó a los astilleros y también a la famosa biblioteca de Alejandría, es poco probable que el incendio destruyera el tesoro literario, pues después de la batalla siguió siendo un centro de aprendizaje durante siglos.Por la misma razón ocupó el faro de Alejandría, situado en la isla de Faros, que por su ubicación dominaba la entrada del puerto. El faro, con cuatro plantas, proyectaba una luz visible desde muy lejos y estaba considerado una de las maravillas del mundo.
César tenia custodiados en palacio a Tolomeo y Potino para utilizarlos como rehenes, pero Potino intentó envenenar a César varias veces, durante las fiestas que Cleopatra daba en su honor. César, cansado lo hizo ejecutar, lo cual provocó nuevas oleadas de indignación entre el pueblo. La huida de Arsinoe y su chambelán , el eunuco Ganímedes, provocó nuevos alborotos, Ganímedes destituyó a Achillas y tomó el mando del ejército.
Apenas llegaron por mar unos refuerzos, César se dispuso a ocupar desde el faro el resto de la isla, incluyendo el pueblo de Faros y el Heptastadion o malecón que unía la isla con tierra firme. En un principio las cosas le fueron bien, pero en determinado momento César quedó aislado en el malecón con unos soldados y tuvo que lanzarle al mar, para alcanzar una barco y salvar la vida. Dejó flotando su capa roja de general para distraer la atención de los arqueros enemigos, al día siguiente fue esgrimida por los alejandrinos como símbolo de su triunfo en el malecón. Tampoco tuvo éxito la propuesta de César de entregar a Tolomeo , paso previo para firmar la paz, aunque si redujo con esta medida la influencia de Arsínoe y Ganímedes.
Y por fin llegaron los esperados refuerzos: Mitrídates, rey de Pérgamo, aliado de Roma, respondiendo al requerimiento de César, para ayudarle a levantar el bloqueo. En su ejército formaba un destacamento judío al mando de Antípatro, padre de Herodes el Grande, cuya influencia granjeó a César la simpatía de la numerosa colonia judía de Egipto. Las tropas de socorro, tras conquistar Pelusio, soslayaron el delta del Nilo y se dirigieron a Alejandría . Tolomeo, aconsejado por sus oficiales más veteranos, embarcó su ejército y bajó por el Nilo para salir al encuentro de sus enemigos. César por su parte , zarpó de Alejandría y después de desembarcar en la zona oeste de la ciudad, se reunió con Mitridates . La batalla decisiva tuvo lugar junto el Nilo, al sur de Alejandría. En los inicios los romanos sufrieron graves pérdidas, pero al final acabaron imponiéndose a los egipcios. Tolomeo se ahogo en el río ,cuando huía y su campamento fue tomado por asalto.
BATALLA DE MUNDA (17 de Marzo del 45 a.C.)
spoilerDesde África, César paso a Cerdeña, y de aquí a Roma , a donde llegó el 25 de Julio del 46 a. C. Se había convertido en amo y señor de todo el Imperio Romano , y ya no se vería obligado a empuñar las armas, exceptuando la sublevación de los hijos de Pompeyo, pero este conflicto no tenía connotaciones políticas , es decir no pretendía la restauración de la República , sino más bien motivos personales, era la lucha de César contra los descendientes de su mayor enemigo.
En Hispania abundaban los seguidores de Pompeyo, por eso cuando los republicanos se concentraron en África se pusieron en contacto con los primeros. Cneo Pompeyo arribó a aguas hispanas con una flotilla de barcos , éste carecía del talento de su padre como soldado , pero era una persona de una tremenda determinación que ahora se encontraba al mando de trece legiones y después de la derrota de Tapso llegaron Sexto Pompeyo, Vario y Labieno. Entre todos ellos fomentaron el poderío de la facción pompeyano en España. César mandó contra ellos un destacamento naval , derrotándoles en el mar, pero en tierra los pompeyanos tenían n poder más considerable. Por eso César , después de celebrar la ceremonia de su triunfo , asumió personalmente el mando de las operaciones. Delegó los poderes en la capital en Lépido, y se dirigió a marchas forzadas hacía el escenario de la guerra (noviembre del 46 a. C.). Al partir éste hacia Hispania, junto con su sobrino nieto Octavio y su amigo Marco Agripa, se temió que pese a todas sus victorias , pudiera ser derrotado , porque solo consiguió reunir ocho legiones, entre ellas la Legión III Gallica y la XIII Gemina de las cuales dos –la V, Alaudae y la X Equistris, sin los soldados ya licenciados- eran consideradas veteranas. A lo largo del trayecto todavía tuvo tiempo para escribir su poema Iter (el viaje). Pisó Hispania a principios de diciembre , iniciando otra vez una campaña militar en el periodo invernal. En un principio sus enemigos le eludieron . César consiguió su primer éxito importante en la conquista de Ategua, una plaza fortificada al sur del Guadalquivir. Sexto Pompeyo que logró salvar Córdoba de la amenaza que suponía César , fracasó sin embargo en su propósito de hacerle levantar el sitio ; entonces César le persiguió hasta Munda(actual Montilla, (aunque algunos historiadores dicen que fue Osuna), al sur de Córdoba) , aprestándose para la lucha.
Estandartes Romanos
El ejército pompeyano estaba en una colina , de pendiente suave, posición desfavorable para el ataque de César, cuyos legionarios el marchar cuesta arriba les constituía un esfuerzo suplementario, encomendó el mando de la caballería a Octavio y el mismo se hizo cargo del ala derecha del ataque. Cuando Sexto Pompeyo descendió de las montañas, César dio la orden de ataque.
Fue un combate encarnizado , en el que los pompeyanos(para los que la derrota suponía el ocaso definitivo) se defendieron con uñas y dientes, amparándose en el mejor conocimiento del terreno. De nuevo César intervino de manera decisiva en el combate, y al concluir éste afirmó: ”He luchado a menudo por conseguir la victoria , pero hoy por primera vez me he batido por mi vida” . En efecto a sus cincuenta y cinco años, César saltó del caballo y despojándose del casco para ser fácilmente reconocible, se situó al frente de la X Legión y después de arengar a sus tropas, arrancó hacía delante y –como en el Sambre- arrastró tras de sí a sus legionarios. Cneo Pompeyo se dio cuenta de la maniobra y desplazó una legión de su ala derecha hasta la izquierda, lo cual fue un error fatal. Ya que el avance de la X Legión fue una treta, ya que al debilitar Pompeyo su ala derecha, por ahí se precipitó la caballería de Octavio, que cambiaría la suerte de la batalla. Aparte el rey Bogud de Mauritania, aliado de César, atacó el campamento pompeyano, dándose cuenta de la maniobra, Tito Labieno acudió al campamento con algunas cohortes para defenderlo. En cuanto César se dio cuenta de los movimientos de sus enemigos, gritó “¡ Ya huyen ¡”, animando a los suyos con estas escasas palabras e induciendo al enemigo a interpretar los movimientos de sus propios soldados, ya que éstos al ver a Labieno ir en ayuda del campamento lo interpretaron como una retirada y el pánico cundió en sus filas. Después de haber luchado todo el día, la batalla terminó con una victoria total de César. Treinta mil pompeyanos murieron, entre ellos Vario y Labieno; Cneo Pompeyo pereció en la huida, y alguien le cortó la cabeza y se la llevó a César que la expuso en público como símbolo de su triunfo.
El resto de Hispania fue sometido con rapidez. César permaneció tres meses en el territorio organizando su administración. Castigó con dureza los diferentes focos de oposición, por ejemplo Córdoba y Sevilla. Reguló, de acuerdo con el partido que habían tomado en la contienda, la categoría y el rango de las distintas comunidades hispánicas . Colonizó el país con ciudadanos romanos, contribuyendo así a su pronta romanización.
ENTRE LA CRUELDAD Y LA CLEMENCIA
César era un sabio administrador de sus victorias, en la campaña contra los helvecios, los derrotados fueron perdonados y obligados a volver a su hogar. Otro vencedor los hubiera vendido como esclavos y repartido el botín entre sus soldados , él inteligentemente pensó que volvieran a su patria y que le sirvieran de escudo contra los germanos.
En la guerra de las Galias, los galos de la plaza fuerte de Avaricum, confiaron que sus murallas y su emplazamiento le mantendrían a ralla, pero César asedió y conquistó la ciudad y de sus 40.000 habitantes solo se salvaron 800. También en esa misma guerra tuvo piedad de los arvernos y los eduos, para que volvieran a su alianza tradicional con Roma.
Hombre valeroso y de gran carisma, capaz de ganarse la confianza de sus soldados y de impartir sabiamente su clemencia. Fue el general romano que más veces entró en batalla , en 52 ocasiones. El primero en atravesar el Canal de la Mancha con su ejército hasta la isla de Britania. Siendo famoso también como obra de ingeniería, el puente que construyó sobre el Rin, en el año 55 a.C. y después de vencer a todos sus enemigos en el campo de batalla, cayó asesinado en la ciudad por la que tanto luchó.
http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/Julio_Cesar_general_de_Roma
Buscando en el buscador no he hallado ninguna referencia este gran general y conquistador , así que me he indignado y he tenido que buscar y poner este artículo interesante y extenso sobre él y sus principales victorias ya que es obligatorio conocer a este gran hombre y sus conquistas que llevaron al imperio Romano ha coutas nunca vistas. Es de los mejores generales y estrategas de la historia cuyo mombre esta Junto al de Alejandro Magno , Anibal , Belisario y Napoleón.Debido a su tamaño algunas partes entan en Spolier para no saturar la lectura , si algún moderador puede que me inserte las fotos.
Su asesinato en el Idus de marzo provoco que muchos de sus planes de conquista se truncarán. espero que os guste y si podeis poned datos o curiosidades que no vengan en el artículo así podemos aumentar los conocimientos sobre este grandioso estratega.