La mayor parte de la factura que ha supuesto reparar los juguetes rotos de esta crisis financiera la están pagando los contribuyentes. El resto de los daños los soporta el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), una institución que no levanta cabeza. La mala gestión de algunos gestores ha provocado un agujero (déficit patrimonial) al FGD de 1.247 millones en 2012. La situación es mala pero menos que la de hace un año, cuando el Fondo cerró con un déficit de 2.025 millones, tras registrar pérdidas por 7.830 millones. En 2012 los números rojos fueron de 1.264 millones.
Quizá para evitar un panorama sombrío, el Fondo aclara en la memoria de 2012 que “posteriormente, el 28 de febrero de 2013, ha recibido 1.576 millones de aportaciones ordinarias anuales de las entidades adheridas que han transformado el patrimonio en positivo”.
El FGD garantiza los depósitos bancarios menores de 100.000 euros. Según sus cifras, el total cubierto asciende a 795.135 millones. El Fondo tuvo unos ingresos de 2.517 millones, de los que 1.847 corresponden a las aportaciones ordinarias de las entidades. Sin embargo, tuvo una aportación extra, que ya no se repetirá, que asciende a 670 millones.
Esta nada despreciable cantidad de dinero procede, como afirma la Memoria del FGD, de los bancos que pagaron depósitos a tipos superiores al euríbor (gran parte de ellos las entidades nacionalizadas) y que hicieron frente a esta sanción disuasoria. En 2011, el Gobierno socialista estableció una penalización a las entidades que pagaban tipos superiores al euríbor para evitar la competencia desleal, ya que la mayoría de las que practicaban esta política tenían al Estado en su capital. Otra consecuencia negativa de esta política comercial era que se encarecían los créditos.
Sin estas aportaciones especiales, este año las malas noticias perseguirán al Fondo de Garantía porque tendrá que hacer frente a elevadas facturas por los esquemas de protección de activos (un seguro que cubre la morosidad futura) de las antiguas cajas quebradas y vendidas a otras entidades, como la CAM, Unnim, Caja Castilla La Mancha (CCM). Otras, como el Banco de Valencia, Cajasur o el Banco Gallego, se añadirán este año a la lista de entidades que demandan ayudas.
De todas ellas, la Caja del Mediterráneo (CAM), cuyo banco fue comprado por un euro por el Banco Sabadell, es que la que está resultando más costosa. El propio consejero delegado de la entidad, Jaime Guardiola, anticipó que las pérdidas crediticias de la entidad alicantina estarían cerca de los 12.000 millones. La pérdida máxima asumida por el FGD en la CAM asciende a 16.610 millones.
Antes de recurrir al Fondo de Garantía, la CAM ha quemado los 3.882 millones de reservas. Pero el calendario de la morosidad no deja de expulsar basura, como dijo en 2009 Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid. La CAM ya pasó una factura de 1.145 millones en 2011. Un año después, la pérdida estimada de los créditos cubiertos por la EPA “se incrementa en 1.625 millones”. En total, la CAM ya tiene un coste total de 2.966 millones, según los datos oficiales. Un nuevo informe de expertos independientes sobre la cartera protegida, sitúa “la perdida total esperada en la cartera en 7.590 millones”, por debajo de los cálculos de Guardiola. El tiempo dirá quién tiene razón.
Otra entidad vendida con seguro antimorosos es Unnim, adquirida por el BBVA por un euro. Los expertos creen que las perdidas de la cartera podrían ascender hasta los 2.578 millones. Tras descontar las provisiones, el Fondo cree que perderá unos 1.000 millones. En cuanto a CCM, en 2012 hizo frente a un deterioro de las participaciones en empresas adquiridas a la entidad por valor de 500 millones, que se suman a las pérdidas de 268 millones de 2011.
Además de la aportación anual, el FGD también ha recibido en 2013 de la banca privada (no la nacionalizada) el primer pago anual de una derrama por 234 millones, si bien ya figuraba en su patrimonio. La derrama total asciende a 2.346 millones.
Pero además ya está prevista otra aportación especial destinada a dar liquidez a las acciones de Catalunya Banc y NCG Banco, tras su conversión de preferentes en títulos. Precisamente ayer, el FGD comunicó que tras desembolsar 1.000,9 millones, el organismo se ha hecho con el 32,4% de Catalunya Banc. En NCG banco ha pagado 801,7 millones por el 25,6%. Dos inversiones que, probablemente, supondrán nuevas pérdidas para el Fondo.