Rescato un post de Soy_ZdRaVo en el anterior caso de caníbal en Miami, bajo los efectos de derivados del khat (flakka, sales de baño, etc.):
Pues resulta que el caníbal no había consumido "sales de baño". Ya están criminalizando una nueva sustancia. Como mola el gobierno de EEUU
http://healthland.time.com/2012/06/27/the-cannabis-cannibal-miami-face-eater-didnt-take-bath-salts/
Así que podéis dejar de hacer justo lo que quieren, que habléis y tengáis miedo sin saber.de 70 y pico casos solo 1 había consumido sales de baño según los análisis, simplemente están cogiendo casos de enfermos, psicóticos, peleas normales y la DEA + Policías Locales están haciendo que la gente entre en pánico ante una droga que se conoce desde hace 30 años y que no tiene peores efectos que la cocaína.
Y un comunicado de Energy Control sobre las "drogas caníbales"
No existe un solo caso de “ataques caníbales” documentados en toda la literatura científica mundial atribuida a la MDPV a pesar de que la droga ha sido detectada desde 2004.
En la serie más amplia documentada de intoxicaciones por MDPV no se hace referencia a episodios de agresividad, violencia o “ataques caníbales” inducidos por esta sustancia. Sí se destaca que el 46% de los usuarios tenían antecedentes de problemas de salud mental.
En resumen, no existe ningún dato objetivo para considerar que los episodios de agresividad o violencia acontecidos en los últimos días en Ibiza estén provocados por el consumo de MDPV como causa necesaria ni suficiente.
Los profesionales del ámbito de las drogas y los medios de comunicación tenemos una responsabilidad común de informar sobre drogas de una manera ajustada a la realidad, lejos de simplificaciones, alarmismos y mensajes no contrastados. De lo contrario, corremos el riesgo de perder prestigio y credibilidad, sobre todo delante de los consumidores, efectivos o potenciales.
El uso de leyendas o de informaciones no contrastadas con fines sensacionalistas y/o alarmistas contribuye a dar publicidad a prácticas potencialmente peligrosas y a aumentar la posibilidad de que alguien se decida a practicarlas.