Ni en sus peores sueños hubieran podido imaginar Francisca y Santiago, un matrimonio de 81 y 86 años respectivamente y vecinos de La Cistérniga, la pesadilla que llevan viviendo desde el pasado 5 de febrero. Fue precisamente ese sábado, a plena luz del día y en presencia de uno de sus tres hijos, que se encontraba en la puerta de la casa contigua (donde viven actualmente los ancianos) «cuando varias personas empezaron a meter bolsas en la casa». Al presenciar semejante situación, el hijo de Francisca y Santiago se acercó para informarles de que era propiedad de sus padres, pero recibió una respuesta tajante. «Esta ya no es tu casa, ahora es nuestra», relata una mujer que no puede contener la impotencia y los nervios cuando narra lo sucedido. Las lágrimas se agolpan en el rostro de Francisca. «Estamos destrozados».
Nada más tener constancia de lo sucedido pusieron la correspondiente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Laguna de Duero, ese mismo 5 de febrero. «Aunque nos dicen que no se puede hacer nada, que hay que esperar. Sabemos que la denuncia ya ha llegado al Juzgado y esperamos que se pueda resolver cuanto antes», añade con visible impotencia.
En la vivienda ocupada -situada en la Avenida de Soria- tienen dentro sus pertenencias y los recuerdos de media vida. «Está todo amueblado, teníamos muchas cosas en esa casa y a saber qué ha pasado con ellas. Hasta que no te pasa algo así no sabes lo doloroso que es», añade con nerviosismo la propietaria de una vivienda que ya intentaron ocupar hace ahora un año. «No lo consiguieron entonces, pero ahora se han metido y solo pedimos que se marchen. De hecho, a la Guardia Civil le dijeron que se iban a quedar solo una semana pero llevan mucho más tiempo y esto es un sinvivir». comenta la mujer de 81 años que recibe la llamada de uno de sus tres hijos.
«Me llaman todo el rato para ver qué tal estamos y vienen a verme después de trabajar. Están muy preocupados por la situación, por si nos pasa algo y porque tenemos miedo. La Guardia Civil nos ha dicho que no bajemos solos a la calle y aprovecho para agradecer cómo se están portando los vecinos, sobre todo las chicas del supermercado Día, que me están ayudando mucho».
Prefiere no mirar por la ventana y ver su antigua casa ahora ocupada «por unas doce personas. Son un montón y también hay varios niños que entran y salen cuando quieren. No hay derecho», explica la anciana que apenas sale de casa. «Tenemos miedo de que nos puedan hacer algo, porque sabemos que no es la primera vez que ocupan porque les han echado de La Corala (Laguna de Duero) y de Herrera. Espero que se vayan de aquí», expresa con profundo pesar.
A escasos metros de la casa de Francisca y Santiago, los okupas de la vivienda afirman saber que «esa casa tiene dueños y sabemos que viven justo al lado, pero nos da igual porque no vamos a vivir con nuestros niños en la calle y como nadie da facilidades de nada es lo que hay», afirman sin remordimientos y ajenos al sufrimiento que provocan a dos personas mayores que viven a tan solo unos metros.
Apoyo vecinal
Las redes sociales se han hecho eco de la ocupación y los vecinos están indignados, incluso han creado un grupo en Facebook 'Fuera Okupas' desde el que se plantean manifestaciones para tratar de revertir la solución y echar a los moradores, como sucedió hace dos años en Renedo de Esgueva, donde, gracias a la presión vecinal se hizo posible que los okupas abandonaran la localidad. En La Cistérniga, los vecinos temen un efecto llamada y se muestran tensos ante la posibilidad de que su pueblo se convierta en destino para las personas que se hacen dueñas de lo ajeno, como sucede en otra vivienda ocupada en la calle San Cristóbal «y una también en la Plaza Cruz», señala Francisca.
Por su parte, el Ayuntamiento está al tanto de la situación y lamenta que «más allá de dar apoyo» no puedan hacer nada para solucionar la situación. «No tenemos competencia. Es un hecho que está denunciado y todo tiene un proceso», señala la alcaldesa de la localidad, quien añade que, «por el momento no se ha registrado ningún incidente en este sentido».
La resolución judicial puede demorarse hasta el mes de mayo «teniendo en cuenta que se trata de una ocupación ilegal sin violencia hacia las personas», explican fuentes jurídicas. Este tipo de actuaciones están consideradas como delitos leves (pese a que sean reincidentes como sucede en este caso) aunque se podrían agilizar los cauces legales pidiendo una medida cautelar de expulsión anticipada, un recurso poco conocido por los ciudadanos pero al que recurren con asiduidad los bancos propietarios de viviendas ocupadas.
La verdad es que es indignante que pase algo así y todo sea tan lento. No me quiero imaginar como de duro tiene que ser.
Se les debería echar corriendo y como mucho y según la situación, dar a los okupas una solución habitaciónal temporal, siempre y cuando no sean reincidentes y no sea okupacion por que no me sale de las narices pagar un alquiler o hipoteca.