El enemigo público nº 1, tras algunos políticos, fue supuesamente detenido ayer en Santander.
Parece que fue cazado el desgraciado, ya con antecedentes penales: por una anterior detención ilegal...
Divorciado, con un hijo de 17 años y adicto al 'Gym'
A. O. tiene 42 años y es un adicto a los gimnasios. Está divorciado y tiene un hijo de 17 años. Sus amigos lo han calificado como un apasionado de las pesas, un vividor y un mujeriego. Nadie, sin embargo, de su entorno sabía que podría ser el enemigo público número uno de la Policía. Tampoco lo intuían o lo podían sospechar. «Era un tío que engatusaba a las mujeres, pero no me creo que hiciese eso a niñas pequeñas», señaló uno de sus conocidos en un municipio del Sur de la región donde trabajaba desde hace varios años en el negocio de los coches de segunda mano.
Ayer fue detenido en el piso de un tío suyo de Santander donde había pasado los últimos 15 días para intentar huir de la presión policial. Según los vecinos, en las dos semanas que ha estado en Cantabria se pasaba todo el día en el gimnasio.
En la actualidad, trabajaba como vendedor de vehículos de segunda mano en un concesionario de la zona Sur de Madrid y era la mano derecha del propietario del establecimiento. De esta forma, podía pasar bastante tiempo fuera del negocio. También se dedicaba a alquilar pisos de su propiedad.
En su perfil de Facebook llama la atención la cantidad de chicas que forman parte de su círculo de amigos. También figura en él su hijo. En las fotografías que están puestas en la red social se puede apreciar su pasión por el ejercicio físico, ya que sale en casi todas exhibiendo musculatura. Su descripción coincide plenamente con la ofrecida por la única testigo que le reconoció, en la calle de Mequinenza de Madrid, y que le retrató como un hombre de entre 35 y 40 años, con el pelo corto y, sobre todo, con brazos muy fuertes.
Toda su infancia y juventud la pasó en el barrio madrileño de Hortaleza. Se separó muy joven y, en 1998, fue condenado a siete años de prisión por abusar de una menor. Después de salir de la cárcel prosiguió su carrera delincuencial cometiendo más delitos.
Su madre, de 64 años, reside en el citado barrio de Hortaleza, en un piso al que el detenido acudía una vez al mes para visitarla. Además, disponía de otro inmueble de la familia en la calle de Santa Virgilia. A esta vivienda condujo, al menos, a dos de las niñas para cometer los supuestos abusos.
Hasta hace dos años vivió con una joven en un piso de una urbanización con gimnasio situada en el número 14 de la calle de Campezo del mismo distrito. Acudía a diario a la hora de la sobremesa a un gimnasio del barrio para moldear su cuerpo. En los últimos tiempos salía con una joven suramericana con la que alquilaba apartamentos turísticos.
elmundo.es
Fuentes: Los datos como afiliación y su página de Facebook fueron difundidos claramente en lasextanoticias edición mediodía.
Que pena le impondríais?
Yo castración y prisión en Angola.