Reflexiones de un adulto disfuncional

#62 Concuerdo con este usuario.

Bonus track: el cerebro, la mente, es un cacharro que sirve para resolver problemas.

Y cuando estás despierto, sigue resolviendo. Siempre lo hace.

¿Qué gilipoyez estoy diciendo?

Yo creo que ninguna. Por si quieres echarle un vistazo a todos esos ideales.

Por las rutinas que me cuentas, parece que comes tres veces al día y tienes un techo bastante fijo donde vivir.
En definitiva, al igual que muchos de nosotros, no tienes problemas acuciantes

• Ya, pero, yo noto que algo me falta.

Nada, como dice el usuario de arriba, eres el único junto con el resto de los humanos.
En principio siendo requisito para ser humano, el tener un cerebro más o menos de características homo-sapines significa que siempre hay problemas.

Siempre algo te falta. Como a todo el mundo.

Estos ideales que mencionamos (trabajo, casa, pareja de tu vida) no te va a hacer estar bien bajo mi punto de vista más que un tiempo cuando los consigas (el punto de vista mío y muchísimas corrientes, los budistas fueron los poleman en este caso. Aunque no me trago yo lo de la iluminación, al menos de momento)

Para mí una hipótesis del suicidio de gente que "lo tiene todo"; se me ocurren algunas rockstar... Una vez que parece que "tienes todo" la mente vuelve a crear problemas.
La cosa es elegir bien esos problemas

¿Giro para evitar el fatalismo?

Por supuesto. Ir resolviendo poco a poco lo que se nos vaya presentando sin demasiado estrés.
Y evitar expectativas altas siendo conscientes, de que nada nos va a dar una felicidad muy duradera.

Una vez conseguido, vas a querer ir a por lo siguiente. Es lo natural.

Esto no es malo, si vas a tu ritmo y con objetivos concretas, cercanos ... creo que hace la vida algo llevadero al fin al cabo

En el momento en que uno es demasiado crítico con uno mismo, y le entra prisa por ir más rápido... para mí, mal asunto porque empieza la ansiedad. Al menos la mía, jojojo!

Venga, una birrita por aquí.

No eres un adulto disfuncional, eres un adulto normal en un mundo disfuncional.

Medir el éxito a través del dinero y las posesiones es un problema que te ha creado el capitalismo para que te enchufes medio litro de café cada mañana y repitas tu rutina una y otra vez para que un fulano al que nunca ves se llene el bolsillo con el plusvalor que le genera tu curro y se lo gaste en su propia felicidad. La mayoría pensaba vivir perdido y ajeno a todo en la comodidad del estado del bienestar, del sueño americano o como quieras llamarlo, pero la realidad es que ese no era el fin, no lo era para la inmensa mayoría.

La mayoría se va a levantar a horas intempestivas, va a currar sus 40 horas semanales como poco, va a hacer tuppers para el curro, hacer la colada, lavar los platos y si con suerte le queda tiempo y fuerzas, se quitará algunas horas de sueño para jugar a videojuegos, ver pelis, hacer deporte, etc. Para no caer en la apatía, te van a ametrallar con productos de consumo que te darán felicidad esporádica y así evitarás que tengas estas reflexiones muy a menudo.

Es inevitable que la ingenuidad, la fascinación y las ansias de descubrir el mundo que tiene la infancia o las ansias de experimentar emociones complejas, extremas y/o profundas de la adolescencia/juventud se pierda porque el secreto reside en la novedad, pero la trampa estaba implantada desde el principio: El colegio, el instituto y la universidad te dan conocimientos que te convierten en una persona funcional, con inquietudes e intereses pero también rellenan un currículum oculto basado en la disciplina, las jerarquías, los horarios y las normas que te preparan para ser el obediente currela del mañana, que es el único interés que tienen en ti.

La mayoría de las promesas de futuro tras la juventud se construyen en torno al consumo porque así es como rueda el mundo pero hay un punto en el que puedes descubrir una verdad como un templo: El éxito y la ambición son mentiras, la vida no tiene ningún sentido concreto, estamos aquí de casualidad y nadie recordará tu Porsche o que ganaras 80k en 2024. ¿Jugaste 6 horas al LoL y te lo pasaste bien? Entonces han sido 6 horas de felicidad de tu presencia en este mundo.

Que tus recuerdos se construyan en base a esa peli que viste con tu novia y que te reíste muchísimo, esa barbacoa con los amigos, esas 4 horas de gritos absurdos jugando al LoL con alguien, ese libro buenísimo que te leíste y te hizo reflexionar sobre X movida, esa cara que pone tu hija cuando va a un parque donde hay un tobogán del carajo, ese acorde demoníaco de guitarra que sin darte cuenta te ha empezado a salir bien, ese día con una cerveza de más en el que bailaste como nunca, etc, etc....

Arrebatarle la felicidad a la ambición y al éxito social es relativamente fácil. Lo jodido es arrebatarle el tiempo al curro para disfrutar de la vida, habría que pelear por ello cada día de nuestra existencia. Cuando pienso que mi hija pasa más tiempo en el cole que yo en la oficina, que sus largas vacaciones no las disfruta con nosotros porque a duras penas nos repartimos aproximadamente 30 días de descanso entre todo el año y que dejo proyectos personales a medias (aprender cosas nuevas, disfrutar de una serie sin dormirme por cansancio, etc), se me abren las carnes y descubro que el combustible que me empuja hacia delante es la rabia por recuperar el tiempo que nos roban y la felicidad de las pequeñas cosas que me hacen luchar por ello.

Cuando el desencanto es tradición
El entusiasmo es una disidencia

#69 Yo siempre he pensado que la virtud está en ser un pobre con dinero. Es cierto que cuanto más ganas más aumentan tus necesidades, pero hay gente que sabe valorar el dinero y no se les va la cabeza si han conocido la pobreza de antemano. Claro que esa gente no es noticia ni carne de depresiones, al contrario.

De todos modos yo me refería a que el chaval tiene unas inquietudes personales que están íntimamente ligadas a tener un poder adquisitivo que no posee. Si lo alcanzara, sus metas cambiarían, pero sus "sueños" de la infancia posiblemente se realizarían y cuando esto pasa yo considero que tus problemas no son para tanto, es solo que te han dado un cántaro vacío al nacer, te han contado un cuento que dice que lo tienes que llenar y cuando te has hecho mayor ves que solo está por la mitad y te sientes un fracaso.