Buen día hermanos.
Antes de nada, debo avisar que posiblemente este sea el post mas tocho que haya escrito jamás. No va a ir sobre técnicas, sobre conceptos, ni teorías de la seducción per sé. Va a estar de fondo, sí, pero no va a ser el tema principal. Esto va a ser un post de blog total, así que si no os apetece bucear en mis ralladas, no lo hagáis, pero si estáis dispuesto a ello… Bienvenidos a la oscuridad de mi mente.
Primero un poco de contexto. Hace ya 11 meses rompí con la que era mi prometida. No es el tema que nos atrae hoy, así que en rpv… Fue duro, pero estar de erasmus, rodeado de gente increíble me ayudó muchísimo, pues se dedicaron a entretenerme a cada momento que pasaba una rallada, a sacarme de fiesta y animarme cuando estaba de bajón, y a ayudarme con mis proyectos. Muchas gracias a todos ellos (puede que alguno lea esto, y te mando un abrazo muy fuerte mi querido químico loco).
Yo soy una persona cuyo cerebro no funciona exactamente igual a lo normal. Vivo con mucha intensidad todas mis emociones, y aunque con la edad he ido mejorando en ese aspecto, es algo que siempre va a estar ahí y que será uno de mis fantasmas internos.
Entonces, la ruptura provocó muchas de esas emocione. Rompimos porque las circunstancias de la vida se acabaron haciendo tan pesadas, dolorosas y grandes, que no pudimos aguantar mas… Y bueno, la relación se hizo insostenible, explotó y a ella cuando se dio cuenta de que tocaba volver a casa y yo no estaba, se le fue la pinza completamente. Una pena. No es que quisiera mantener contacto con ella, pero al menos me habría gustado en acabar en buenos términos. Hace un par de meses, me di cuenta de que esa herida ya cicatrizó, así que si me la vuelvo a encontrar, no tendré ninguna pega en saludar y tener una charla amigable. Aunque ¿honestamente? No tengo intención de que eso pase de manera activa.
Y como de esos polvos, estos lodos, llegó un proceso de deconstrucción y reconstrucción que nos lleva a hoy. Los tres primeros meses se antojaron complicados, me dediqué a estudiar lo máximo posible cuando estaba rallado, pues la biblioteca era 24 horas, escribir mis “novelas”, y en trabajar nuevas amistades y mujeres. Yo, como ya vine venir un par de meses antes toda esta situación me preparé lo mejor que pude. Ojo, intentaba salvar la relación con todas mis ganas, pero aquello era como salvar el titanic con un cubo achicando agua…
Me puse a spin the plates, y empecé a trabajarme a mi mismo en proyectarme como hombre atractivo a las mujeres, y funcionó. El día siguiente de romper estaba compartiendo cama con una chica que es un jodido encanto, total wife material, que había conocido 3 meses atrás al inicio del erasmus. Ella durante todos estos meses en Inglaterra me apoyó muchísimo, jamás me montó un drama, y siempre tenía la puerta de su casa abierta a la hora que fuera para que me fuese a dormir con ella si estaba rallado.
BREAK! Porque, ah, por puta economía precaria, me tocó compartir piso con mi ex 3 meses hasta que ella se piró de Inglaterra un mes antes que yo, ¿Entendéis que fuera un poco infierno? Pero no entremos en el debate del momento, era inviable haber tenido otra situación.
Y como decía, esta chica fue mi ”rebound”. Era una pareja cuando necesitaba mimos, era salvaje cuando necesitaba sexo animal, una conversación maravillosa, y le fascinaba descubrir cosas nuevas el uno del otro. No podría haber pedido mas.
Durante este tiempo, me volví a instalar Tinder y empecé a cazar, pero no me obsesioné por ello. Me centré en disfrutar todo lo que pude del erasmus, de los nuevos amigos que había hecho y de todo lo que el poco dinero que tenía me pudiese aportar. Dejé pasar un montón de oportunidades con mujeres, porque no era lo que necesitaba. Eso hice cuando rompí con mi primera pareja, y la espiral de autodestrucción y promiscuidad no fue positiva cuando mi cuerpo dejó de aguantar (esto es importante, volveremos aquí), así que me esforcé mucho en relajarme.
Fueron meses de crecimiento personal, de fiestas muy intensas, de risas, de colocones, de borracheras, de viajes, de momentos de conexión personal, de enseñanzas, de descubrir mis objetivos vitales… Y cuando eso se acabó, entonces volví a visitar varias veces a mis amigos de allí, hasta que tuve el último viaje y todo el mundo volvió a sus países de este loco erasmus.
De estos meses… Aprendí que sí, es posible tener amistad con las mujeres, que también me siento atraído a los hombres y que con la gente que quiera compartir algo sea por y para cuando departamos los caminos, ambos estemos mejor que desde el principio.
Y todo eso llegó al que hoy en día es mi filosofía. Da igual todos los planes, da igual todo lo que quiera en esta vida… Lo mas importante es, que a la hora de llegar a la cama, sea capaz de dormir como un niño. Sin arrepentirme de mis decisiones. Siempre habrá tiempos peores, que no puedas ni estar solo, pero incluso en esos momentos, las decisiones que tome, sean aquellas que me permitan dormir con la conciencia tranquila.
Es una buena brújula que marca un camino que hasta ahora me está llevando a un lugar mejor, aunque yo me empeñe en salirme del mismo.
Poco después de la despedida del erasmus, empecé a trabajar en una empresa que me ha permitido viajar fuera de España, en un proyecto que parece que no tiene límites, y me ha dado una situación económica que es bastante buena.
Me volví a independizar y entonces me dediqué a vivir la vida, disfrutar el momento, y a dejarme llevar por la corriente, que no a que esta me arrastrase.
Y entonces, aquí llego el demonio.
Si durante todo este tiempo yo había afrontado la vida y los problemas que me iba encontrando desde la humildad, la búsqueda del conocimiento, el estoicismo y el amor a uno mismo y a los demás… Ahora, había aparecido mi ego.
Al principio fue sinuoso. Hoy, con perspectiva, me doy cuenta de que estaba en mi inconsciente creciendo poco a poco desde hacía unos meses y yo lo ignoraba completamente porque claro, como no tenía suficiente poder, no afectaba mis decisiones. Hasta que empezó a hacerlo. Mis decisiones se fueron desviando del camino de la conciencia clara, de la paz mental, y de la tranquilidad de mi mente. Y me caí en el acantilado del hedonismo.
Pero no me daba cuenta. Parece que activamente decidí ignorar los mensajes y las red flags que me estaba mandando esa parte nueva y positiva de mi, y empecé a escuchar a mi estúpido ego que cada vez se hacía más y más fuerte.
De buscar lo mejor para mí, para mi carrera, para mi vida personal y mi futuro, busqué lo mas placentero. Hacía lo que más echaba de comer a mi monstruo inconsciente, lo que le alimentaba y le hacía mas fuerte. Y entonces, me metí en el ambiente erasmus/internacional de Madrid.
Imaginaos el plan. Con 25 años, profesional con buena situación socioeconómica, toda la experiencia del erasmus previo, de los años de una relación que me aportó mucho y que aprendí de la hostia, y por supuesto, el conocimiento que me había aportado desde hacía mucho todo esto de la seducción la práctica con mujeres.
Empecé a cazar en esos lares, y empezaron a caer las muchachas. Quedaba con otras de Tinder, me sacaban de fiesta otros amigos, cada día tenía, cuanto menos, un plan, lo normal, 3 o 4. Y ahí, fue cuando me perdí. Yo ya no estaba al mando, mi ego tenía el volante, había amordazado al sentido común y lo había lanzado, al maletero del coche.
Durante este tiempo, el motivo que me empujaba a querer follarme a todo lo que pillase era satisfacer aun mas la necesidad de hacer crecer esa imagen hiperviciada de mi mismo. Y bueno, pasó algo que me rompió todos los esquemas.
Por primera vez en mucho, mucho tiempo, apareció una chica que me gustaba de verdad. Que era capaz de despertar mi interés y me resultaba desafiante. Que sabía jugar, de manera sana, tirar y dar. Que se preocupaba porque la gente se lo pasase bien y que todos tuviesen un gran momento. Y me di cuenta un par de semanas después de conocerla, yo ya atrapado en medio de esta vorágine autodestructiva de alcohol, fiesta y promiscuidad…
La dije de salir una tarde, y acabamos liándonos. Un cita maravillosa que se me pasó el tiempo volando, y aunque veía como ella lo estaba disfrutando muchísimo, y teníamos tanta compatibilidad, notaba como estaba reticente. Normal, me estaba liando con una amiga suya, pero bueno, nada grave hasta que llegó el día siguiente de la cita, de jueves a viernes, y voy y esa misma noche me lío con sus dos mejores amigas y me las llevo a mi casa a dormir. Literalmente, llevamos tal ciego que nos quedamos sopas en el uber, yo el primero. Por la mañana dos de las chicas (una mas se apuntó así de manera random a venirse a dormir xD) se fueron, y me acabé tirando a su mejor amiga.
Oh si, Hamai. Eres la puta hostia. El día anterior tienes una cita estupenda con una tía que tienes una compatibilidad increíble, con la que le haces ver que puede confiar en ti y que no le vas a hacer un feo, y tu al día siguiente te intentas montar un trío con sus dos mejores amigas (ellas no sabían que habíamos quedado aun).
La puta hostia. Genio. Figura.
Ahí estaba mi Ego, con mayúscula, empujándome a hacer algo que obviamente iba a traer (y trajo) consecuencias negativas.
La semana siguiente tuvimos una cita. Ella vino en modo ultra dura y acabó cayendo como un corderito. Y mientras la sujetaba en brazos tirados en Plaza de España después de cenar, le decía que no tenía que preocuparse que mi intención cuando estoy con alguien es dejarles mejor de lo que estaban antes, pensaba en quien era la siguiente erasmus o tinderiana que me iba a follar, o las que iba a montar en el viaje a Tailandia.
O sea, hoy en frío me dan ganas de pegarme un puto puñetazo eh, pero os juro que decía de verdad que no quería tratarla mal JAJAJA. Imbécil yo del pasado.
Pero… ¿Por qué hacía esto? Como comenté antes, al principio de la ruptura, al tener una actitud madura y adulta, fui capaz de mantenerme centrado en mi mismo, disfrutando del placer ocasional de encontrar alguien interesante con quien compartir algo. Cuando el ego tomó las riendas, se convirtió en ”Has tirado 4 años de tu vida al retrete, ahora no dejamos pie con bola, no se nos pasa ninguna.”, y así hice. ¿El problema? Que a las mujeres, como es normal con aquellas con algo de amor propio y cabeza, no les mola que estés tonteando con las 5 del grupo a la misma vez. Y no, no hablo del flirteo sano que hace que las amistades prosperen en el cariño. Hablo de golfear.
Y este viernes pasado me volvió a costar perder la oportunidad con una chica con la que teníamos muy buen feeling de la vez que nos conocimos. Durante la noche fui construyendo momentos de tensión sexual, de risas y de conexión, para tirarlo al garete cuando empiezo a zorrear con todas las demás que habían ido llegando a lo largo de la noche…
Pues esa clase de decisiones llevaron a que por montar alguna liada en mi piso, mi compañera se haya mosqueado conmigo, y normal. He descuidado el trabajo que tanta suerte he tenido en encontrar, y he empezado a joderme bastante la salud, porque he estado bebiendo muchísimo y todo el día hasta el culo de café para aguantar el tirón…
Y eso no puede ser. No puede ser que haya tirado tanto trabajo en desarrollar mi paciencia, en tener un pensamiento crítico, en recuperarme de la ruptura de mi ex, en desarrollar relaciones sanas y funcionales… Que haya cogido, y por dejarme arrastrar, esté dando 30 pasos para atrás del tirón de los 40 que di….
Por eso mismo, aquí me tenéis. Desahogando los demonios que me atormentan. Porque al consciente de toda esta situación me aterroriza el ver que mi peor enemigo soy yo mismo. Que no hay nadie mas que pueda hacerme tanto daño como el que yo pueda llegar a infligirme.
Me toca volver a tomar las riendas de mi vida. No hay otra opción.
Pero… ¿Qué conclusiones sacamos de todo esto? Porque tiene que servir de algo, tanto para mi como para el tarado que haya llegado hasta aquí leyendo. Yo creo, que lo que saco de todo esto refuerza mucho de lo que ya pensaba o de lo que sabemos, pero nunca está de sobra tenerlo en cuenta.
Tu peor enemigo eres tu mismo.
El ego va a estar siempre ahí. Yo pensé que había ganado esa batalla, para solo darme cuenta de que esto es una guerra constante con la que no podemos bajar la guardia, porque si así lo hacemos… Nos caerá la del pulpo. Nunca está de mas pararse una vez a la semana a analizar las decisiones que has ido tomando, entender si eso era lo mejor para ti mismo o lo mejor para tu ego. Os sorprenderíais cuantas cosas son la segunda. Así que… hacedlo por vosotros mismos y por los de vuestro alrededor. El bien estar emocional es la base y cimiento de la felicidad. Porque esa sensación de tocar las estrellas, no es más que una simple ilusión, una escalera de hielo que se deshará algún día, haciendo que caigas al vacío y te estrelles sin compasión… Os lo digo, cuando he estado bien de verdad, de una manera sana y proactiva, no tiene color a cuando he estado a “tope” con este ritmo destructor… Pues no ha sido mas que una ilusión temporal.
La paciencia es indispensable.
Con todo el coñazo que he dado con las tazas de, he sido el primero en no saber esperar. Con esta chica, al haber tenido tantísima compatibilidad y ver que todo iba tan rodado, también la he cagado por adelantar acontecimientos y no dejar que las cosas siguieran su curso natural. Cuidado chavales, los nervios y la impaciencia se retroalimentan con el punto uno y te lleva a hacer cagadas muy simpáticas. Así que… Cuando estés enfadado respira un par de minutos, aparta el móvil de ti y no dejes que la ira se apodere de tus palabras. Pero cuando estés feliz y emocionado, no dudes en que tienes que hacer lo mismo y pararte un par de minutos para calmar la cabeza. Se estoico, acepta que las emociones afectan nuestro juicio e intenta evitar que así lo hagan… No prometas estando feliz, no respondas estando enfadado, no decidas estando dolido, y no actúes si no estás convencido.
Solo te acompañan tres cosas en tu vida… Tus experiencias, tu formación, tu salud.
Todo lo demás es secundario. Dinero, personas, trabajo, ciudades, fiestas… Todo eso es temporal y puede desaparecer de un momento a otro. Pero lo que no lo hace es lo que aprendas de la vida, así que intenta entender tus malas rachas y aprender de ellas. Prepárate para ser lo mejor en lo que quieras hacer, y no tengas miedo a explorar y aprender nuevas disciplinas, no sabes ni cuando podrán serte útiles. Y lo mas importante. Mantente en forma, tanto física como mental. Entrena, no por gustar, sino por que tres sesiones de ejercicio semanales te permitirán desconectar de todo durante tus 3/5 horas, y te dará estabilidad emocional. Y sobretodo, medita. Si puedes, aprender a meditar. A mi me ha sacado de pozos emocionales inmundos, merece la pena echarle un ojo para saber si es para ti o no.
Trata a los demás con respeto, consideración y cariño.
Algo tan sencillo como tratar a los demás como quieras que te traten a ti. Lo estaba consiguiendo hacer… Y aquí ando, tratando a los demás como la mierda, sin preocuparme por ellos como personas sino como recursos para satisfacer las necesidades de mi ego. Pero espero poder volver al camino que estaba caminando antes, y volver a ver en los demás esa expresión sincera de agradecimiento por ser agradable con ellos.
No puedes tener todo bajo control.
No importan cuantas experiencias hayas tenido. No importa cuanto hayas aprendido. No importa como parezca que están las cosas… El universo es tan grande, hay tantísimos factores que no podemos tener en cuenta, que ni somos conscientes como para poder creer que vamos a adivinar cada cosa que ocurra. Si, puedes llegar a ser un expero, a tener un registro estadístico de puta madre, pero el mercado no es perfecto, siempre falta información y la varianza está ahí para joderte cuando mas daño te vaya a hacer. Así que no te confíes, nunca.
Dejarse llevar por la corriente no es dejarse arrastrar por la corriente.
Una de las cosas que aprendí tras la ruptura con mi ex es a ser mucho mas relajado, a aceptar las cosas según iban viniendo, y disfrutar del momento. Todo eso, me llevó a situaciones increíbles que hace muchos años no habrían pasado, pues era un jodido intransigente con estupideces increíbles. Planes increíbles que surgieron de la nada, amigos que tengo repartidos por todo el mundo que voy a visitar o que ellos van a visitar. Y todo tan simple como decir “Si claro, ¿Por qué no?”. Peeeeeero… Esto tiene un peligro. Bajar la corriente del río no es lo mismo que dejarse arrastrar por ella contra las rocas de los rápidos. Se consciente de que puedes perder el control de un momento a otro, tal y como ocurre con tu ego, plantéate una vez a la semana si de verdad están yendo las cosas por el cauce de tus decisiones o porque te están arrastrando las circunstancias.
Y por último…
- Habrá días que todo será una mierda, semanas, e incluso meses. Es normal. Así es la vida.
La vamos a cagar muchísimo, pues es así como aprendemos. Ensayo y error. Imaginar, probar y analizar el resultado. Es algo que es inevitable, el fracaso es una constante en nuestra vida, con todas las emociones “negativas” que a él lo acompañan. Tristeza, pena, melancolía, angustia, ansiedad… Son cosas naturales, son termómetros de tu propio organismo que te avisan de que hay algo que está mal. Y no pasa nada. Tenemos todo el derecho de sentirnos mal. De apagar el móvil durante un día, o dos, o tres. De hecho, no es ni un derecho, es una obligación. Desconectar de verdad, pasar el luto cuando algo malo haya pasado, nos sintamos tristes, la hayamos cagado o simplemente nos veamos sobrepasado por todo…
Y con esto… Acabo esta sarta de locuras. Espero que os pueda ayudar en algo…
Un saludo,
Hamai.