Os lanzo un ladrillo.
Esta chica y yo nos conocemos desde hace 10 años. Siempre ha habido atracción, pero ella siempre ha tenido pareja, y me ha dejado claro que no quería ser infiel. Ella es de Barna y yo de Tarraco, así que tampoco nos veíamos demasiado. Una o dos veces al año, como mucho. El 30 de mayo es su cumpleaños, y siempre la llamo para felicitarla y charlar un poco. Le dije que iba a bajar a Barna ese mismo fin de semana y que si quería podíamos vernos para ponernos al día. Ella me dijo de quedar el sábado, después de una comida de empresa que tenía. Que ya me avisaría.
Llega el viernes y me instalo en un hotel de Barna. Después de comer había quedado con un colega para dar un paseo y hacer unas compras por el Fnac. A las 21 ella me escribe y me pregunta si quiero quedar para ir de copeteo. Le digo que si, que ya le avisaré cuando esté libre, porque me iba a cenar con mi colega. Tras la cena le informo de que estoy libre y le pregunto donde nos vemos y a que hora. Ella directamente me escribe la dirección de su casa.
Una vez allí nos vamos a la terraza a tomar unas copas de vino y a los 5 minutos aparece una amiga suya (no estaba previsto). Nos quedamos allí los tres charlando, de buen rollo, y a eso de las 2:30 mi amiga se tumba y empieza a quedarse dormida. La amiga y yo entonces decidimos marcharnos. Dos besos de despedida, y cada uno por su camino.
Aquí viene lo más jugoso. Llego al hotel, con la idea de masturbarme y me llaman. Era ella. Me dice que está muy caliente y que si quiero ir a su piso para follar. Voy para allá. Nada más abrir la puerta se me abalanza y me quita la camiseta y empieza a desabrocharme los pantalones. Voy a besarla y me hace la cobra. ¿No puedo besarte?, le pregunto. Ni besos ni preliminares, quiero que me folles duro directamente, me responde. Yo le dije que a mí eso no me gusta, que se la quiero meter fuerte, pero que los besos y los preliminares me encantan y que no pensaba renunciar a ellos. Ella me volvió a repetir que nada de besos ni preliminares. Entonces le dije que nada, que no me interesaba hacerlo de aquella manera. Total, que nos fuimos a la terraza a beber vino.
Estamos charlando tranquilamente durante unos 10 minutos cuando de repente me agarra de la mano y me dice que vayamos al dormitorio, que lo haremos a mi manera. Yo le aparté la mano y le dije, ya no me apetece acostarme contigo, y me marcho. El portazo que pegué al marcharme lo tuvieron que escuchar hasta los muertos. C'est fini.
Perdonad el pedazo de muro que os he construído. Me gusta explicar bien las cosas. ¿Os ha pasado algo similar?