#58 Ojo, que yo no niego que una postura feminista nazca de necesidades legítimas. Creo que tienes razón, que es ambiguo.
Lo que me recalcitra de estas personas es que aceptan axiomas a priori y desde ahí razonan. No empiezan su discurso dejando claro el marco de análisis, sino que dan por sentado que su marco es El Marco.
Por ponerte el ejemplo desde otro punto de vista: desde la narratología, una obra se estudia atendiendo a su coherencia interna. No se mira el autor ni las causas que le llevaron a escribirlo, si ese discurso es una solución alegórica que parte de necesidades del contexto histórico, o qué ideologías justifican el planteamiento de la historia y su resolución. Cuando alguien empieza dando por sentado que el patriarcado es un hecho, que una obra es una vindicación de lo expuesto, que los personajes son modelos a seguir... Está dando una opinión, tan legítima como cualquier otra, pero peca de imparcialidad; porque no considera que otras visiones puedan ser igualmente correctas. En términos budistas, dos ideas contradictorias pueden ser válidas al mismo tiempo. En términos españoles, está arrimando el ascua a su sardina. Parafraseando a Kant, con las palabras vas a poder justificar cualquier cosa.