Bueno cuento mi última anécdota.
Resulta que iba a venir una chica a un concierto cerca de donde vivo. Por lo que me propuso vernos y conocernos con unas birras viendo el concierto. Al estar ese finde medio ocupado le dije que le avisaría y que dependía de si se alargaba o no un asunto que tenia antes, pero que me apetecía conocerla.
Al final el día anterior se fue a ver una actuación cómica y en un foodtruck de esos comió algo que le sentó como una patada, así que no se vino finalmente por mi zona y seguimos sin vernos físicamente.
Estuvimos hablando al día siguiente, me preocupe por ella y no se ni como ni por que me dijo que se venia el siguiente finde. Digo que no se sabe ni porque, porque insistía en vernos antes con unas cañas (como es lógico y normal), pero está vez me dijo que iba a reservar un hotel y que fuera con ella. La verdad es que en mi vida he ido de hotel con una total desconocida y evidentemente no tenía todas conmigo al ser unas artistas del camuflaje y filtrado.
Pues nada, me aventuro y acepto propuesta. Cuando llego al sitio la veo mirando a un señor mayor con una maleta con bastante cara de “la he cagado” así que me acerque riéndome un poco ya que pensaba que era yo el que había hecho un curso de experto en camuflaje y filtrado. Nos vemos, un abrazo y a hacer el check in.
Había bastante tensión al no conocernos por lo que hablamos del maravilloso hotel (irónico) y de su decoración de 1858 mientras nos dirigíamos al ascensor. Al llegar a la habitación el cabecero de la cama no podía ser mas horrible, con barrotes, así que alguna bromilla le solté en plan: “a saber cuanta gente ha acabado esposada en ese cabecero”, estuvimos soltando alguna bromas y la verdad que me sorprendió, sobre todo, que me había recibido en pijama prácticamente. Es decir, le importo una mierda no ir arregladísima en la primera impresión y se había echado una siestita breve en lo que yo llegaba, por lo que alguna bromilla tiro de ese lado también.
Una vez roto el hielo le dije, venga, vístete, te voy a llevar a comerte un postre de chocolate que vas a flipar. Así que a tomar café y chocolate que le flipo la verdad. Pero el tiempo cambio radicalmente y empezó a llover leve pero con cierto aumento de intensidad. Después del paseo pasado por agua no nos quedo otra que tirar de hotel, habitación y más risas. Le propuse abrir la botella de whisky que lleve y quedo extrañamente una noche, con tele de fondo y ambos en aquel sillón feote intercambiando tan tranquilamente anécdotas de nosotros, conociéndonos, pero con cierto sabor a confort la verdad. Realmente parecíamos una pareja normal en un finde normal.
Tras un par de whiskys y amainar un poco la lluvia le dije de ir a comer una pizza a un sitio que conocía, teníamos un solo paraguas así que el roce estaba garantizado por el camino y yo bien que lo sabía. La pizza la verdad que espectacular, y las cervezas nos sentaron increíble. En todo este camino descubrí que le flipaba la perfumería tanto como a mi, algo bastante extraño. Sabia bastante y era muy agradable hablar de algo tan estúpido con tanta pasión entre ambos. Además de compartir esto nos gusta el mismo tipo de música, y de hecho ella hasta hace poco tenía un grupo en el que cantaba. (están en Spotify pero no voy a decíroslo cabroncetes jaja).
Aproveche el camino de vuelta para comentarle algo de su postura corporal siguiendo con las bromas y el buen rollo. Me dijo que estaba molida y que por el piano y demás pues tendía en cierta manera a eso, así que le dije que conocía a alguien bastante bueno dando masajes y que podría echarle una mano.
Al llegar a la habitación pues ya sabéis, masajito, música de fondo y todo lo que os podáis imaginar. Allí descubrí que era multiorgásmica y que estamos ante la autentica salud para un hombre. Literalmente quedo con las piernas como cervatillo recién nacido, temblando y disfrutando durante un buen rato. Se correría como 3 o 4 veces , igual la música le gustó.
Pues así el resto del finde, muy buen rollo, visita a perfumerías, desayunos, risas y buen whisky. Imaginad si me llego a perder esto por ser algo raro, precipitado o no haberlo hecho nunca.
Aunque es cierto que si llega a ser un Uruk Hai, a ver como salgo de esa. No sabría ni donde me hubiera metido.
La chica una morenaza increíble que me recordaba bastante a Mila Kunis.