El PSOE y Sumar pactan un IVA del 21% a los pisos turísticos y más impuestos a las empresas de inversión inmobiliaria
El Gobierno de coalición ha alcanzado este lunes un acuerdo para una reforma fiscal con varias novedades dirigidas a mejorar la recaudación y avanzar en la equidad tributaria. Tras intensas negociaciones lideradas por el Ministerio de Hacienda, el PSOE y Sumar han pactado mantener el impuesto especial a la banca, incrementar la tributación de la inversión de las rentas altas y patrimonios elevados, y aplicar un IVA del 21% a las viviendas turísticas. Además, los dos socios endurecerán la fiscalidad de las Socimis —las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario— e impondrán nuevos tributos a los bienes de lujo. Todas estas medidas tendrán que aprobarse en el Congreso.
Entre las principales disposiciones, el acuerdo establece una tributación mínima del 15% en el impuesto de sociedades para multinacionales y grandes empresas. Este cambio, que nace de la trasposición de una directiva europea que tendría que haberse aprobado hace ya un año, permitirá al Gobierno cumplir con la transposición de la directiva comunitaria basada en los acuerdos del Pilar Dos de la OCDE, que busca una mayor equidad fiscal a nivel global.
En cuanto al acceso a la vivienda, el acuerdo incluye la aplicación de un IVA del 21% a los apartamentos turísticos. Esta medida busca reducir su rentabilidad y fomentar su reconversión en viviendas de alquiler permanente, contribuyendo a aliviar la falta de vivienda habitual en zonas tensionadas. En materia inmobiliaria, los socios también han acordado suprimir el régimen fiscal especial de las Socimis, “que solo tributan al 1% en el impuesto de sociedades y que no ha servido para mejorar la oferta de viviendas”, según el texto.
Además, el pacto convierte el gravamen temporal a la banca, diseñado en 2022, en un impuesto permanente, a pesar de las protestas de algunas entidades financieras, especialmente CaixaBank. Según el acuerdo, esta medida garantizará que los bancos, “que actualmente contribuyen con menos del 3% de sus beneficios en impuestos”, aporten de manera justa al sostenimiento de la sociedad.
Otra de las novedades es la subida de dos puntos en el IRPF para las rentas de capital superiores a 300.000 euros, avanzando así hacia una mayor equidad entre las rentas del trabajo y del capital. Asimismo, se crea un nuevo impuesto sobre bienes de lujo, como jets, yates privados y coches de alta gama, con el objetivo de mejorar la equidad en la distribución de la riqueza.