Los caballeros de la mesa cuadrada
¡Soy vuestro rey!
¡Pues yo no le voté!
A los reyes no se les vota
Entonces, ¿como llegó a ser rey?
La Dama del Lago, con el brazo enfundado en brillante seda, sacó una espada del fondo de las aguas dignificando así la divina providencia que yo, Arturo, debía portar la espada. Por eso soy vuestro rey.
¡Oiga! Que a una mujer le dé por repartir espadas mojadas no es base para un sistema de gobierno. El supremo poder ejecutivo deriva de las masas, no de una absurda ceremonia acuática
¡Silencio!
No pretenderá ostentar el supremo poder ejecutivo porque una furcia natatoria le tiró una espada
¡Silencio!
Lo mismo voy a ir yo por ahí diciendo que soy emperador porque una tía me lanzó una cimitarra... ¡me llevarían al manicomio!
¡Silencio! ¡¿Te quieres callar?!
¡Aaah! ¡Ya está, la violencia inherente al sistema!
¡Cállate!
¡Venid a ver la violencia inherente al sistema! ¡Socorro, socorro, me están reprimiendo!
¡Maldito patán!