Bueno, en estas fechas de huelga estudiantil, son muchos los temas sensibles a ser comentados por aquí. Podríamos hablar de la legitimidad de la lucha pacífica/violenta, de las necesidades actuales, de la situación del sistema universitario español y cómo produce infraseres indiferentes a su realidad, y una infinidad de puntos más.
Sin embargo, yo creo que aprovecharé para tocar un concepto que me llama la atención desde hace tiempo: El monopolio de la violencia por parte del estado postmodernista, que con tanto atino definió Max Weber en El político y el científico
Y he aquí que la violencia legitima el estado actual, ya de por sí desvirtuado, oculto bajo disfraz democrático, vendiendo las bondades de su disfraz y a la vez negando los procesos de renacimiento que debería brindar algo más que una piel que sirve de estafa.
Y al mismo tiempo, el mensaje de que la violencia es lo peor que puede esgrimirse en nuestras manos sigue calando hondo en cada individuo, sin saber si quiera por qué piensa eso o si es realmente así, cuando se utiliza la peor de las violencias en nuestra contra cada día.