Un dia caminando, pensaba en todos los talentos y virtudes que Dios me habia dado, guapo, saludable, simpático... Estaba contento por tener tantas bendiciones, pero estaba triste porque a alguno de los mortales les había dado tan poco.
Le pregunte: - ¿Dios, porque a mi me has dado tanto y a otros tan poco?
Dios me respondió: - Porque has sido muy bueno, hijo mio.
Yo muy triste repliqué: - Dios, no soy feliz al tener tanto y esos mortales tan poco, por favor, toma un poco de mí y compártelo con el resto de la humanidad.
Dios dijo: - Hijo mio, eres muy bueno y noble, pero no puedo hacer eso. Tu has sido muy bueno y mereces todos los dones que te he regalado.
A lo que respondí: -Por favor Dios, toma por lo menos una virtud de mi y compártela con ellos, solo una, por favor.
Dios al final por ver la bondad dijo: - Esta bien, eres tan bueno que mereces que conceda ese deseo. Tomaré solo una virtud y la compartiré con el resto de esos mortales...
Y fue así como Dios, quito de mi la HUMILDAD, para poder compartirla con el resto de los humanos.