Ke iluzioon XD
Con la resaca del sábado, apenas tuve tiempo de mirar que el mío estaba puesto... y ahora que los he leído me doy cuenta (una vez más) de que mis escritos no acaban de encajar muy bien... no sé qué os habrá parecido el mío... ¿lo habéis entendido bien? Lo único bueno es que es breve...
Bueno a ver por partes:
Primero a Bshp.
Me expliqué mal, cuando releí la critica despues de postearla me di cuenta de que no se entendía lo que quería decir. La verdad es que la escribí un poco deprisa y corriendo porque tenía que irme a acbar una práctica que entregaba esta tarde. Lo que te quería decir no es que estuviera mal el hecho de que se conozca el final al principio, si no, que si optas por este tipo de exposición, el resto del relato tiene que ser menos lineal, o mucho más adictivo.
Tiene que ser una historia que realmente te coja por dentro. Eso lo puedes hacer con un par de trucos fáciles. El primero son las preguntas retóricas. Si el personaje se hace una pregunta retórica interesante, al principio o a mitad del pasaje y esta se explica más adelante, hace que el lector vaya conectando distintas partes del texto, y lo disfrute más. Otra opción es optando por un narrador omnisciente, creo que se llamaba así cuando yo estudíe lengua en el colegio. Con este tipo de narrador puedes permitirte adelantar hechos que sucederán posteriormente, o dar a saber otras cosas que el protagonista o los demás personajes no pueden dar a saber. En plan, estaba sentado tranquilamente observando el vaso, pero ignoraba lo que le deparaba el destino. Poco podía sospechar, que aquel vaso sería su única salvación... sabes algo así pero con más enganche. Haces que el lector centre la atención en un objeto, frase, etc, que sabe que será crucial posteriormente.
Aparte quería comentarte lo de los tempos. En el pasaje de después de la carta, creo que las cosas deberían pasar más deprisa. Igual cambiar de registro y gramática te podría ayudar en ese caso. Optar por frases más cortas y directas. El lector recibe un bombardeo de información y también siente esa "velocidad/aceleración".
Otra cosa que quería comentarte era la longitud del texto. Me parece que el tuyo está bastante bien ajustado. Pero para los demás, un relato corto, debe de ser CORTO. Si es largo tiene que ser MUY bueno, y uno tiene que estar muy seguro de que enganchará al lector de principio a fin. Siempre es más fácil leer un texto corto y ligero, que uno algo más largo, aunque el corto cuente menos cosas
Lo del giro inesperado es otro recurso, que si optas por un relato más lineal suele funcionar bien.
A Arowing:
A mi tb me gusta mucho su relato, me parece muy bueno. Pero él pidió una crítica y yo lo he hecho lo mejor que he podido. Las críticas están para decir lo que está bien brevemente, y resaltar con más detalle lo que no está tan bien, para así poder mejorar. El hecho de que hable más sobre las cosas que están mal, no es xq haya más cosas que están mal, si no, xq creo que haciendo eso, el podrá corregir luego sus fallos y regalarnos un super-relato
Estaré encantado de hacer una critiquilla sobre le tuyo si quieres
A Tostador:
Me parece genial que le cojas el relato Más relatos, más diversión.
A Krak-PPD:
Oye tio me alegra sinceramente lo de tu novela. Es difícil ponerse con ese tema. Yo tb estoy con una, y es algo muy complejo, porque tienes que releerte las cosas una y otra vez, para asegurarte de que todo está bien escrito que los tempos estan bien etc etc etc... Pero sin duda provoca una gran satisfacción que luego alguien se lea tus textos y te diga: Oye, me ha encantado.
A Bydiox:
Tu relato me gustó por el enfoque. No obstante creo que se queda en algo demasiado metafórico o filosófico, y no te metes a jugar con una interactuación de unos personajes con esa filosofía. Creo que el que los personajes planteen o rechacen formas de pensar, da bastante juego.
Pues nada, es una idea que se me acaba de ocurrir ahora mismo.
Estilo libre.
de 1 a 3 poesías por persona.
Y a disfrutar no?
#64 Para esto tal vez habría k abrir otro post para k estuviera mejor organizado y se enterara más gente... Además, una cosa es la prosa y otra el verso xD
Yo me apunto ^^
No os preocupeis por los concursos, tengo varios en mente, yo me encargo si todos estais de acuerdo, habra para todos los gustos , un saludo.
no digo que sea demasiado filosófico. Está bien que sea filosófico, pero si quieres que tenga más enganche, mete a unos personajes a dialogar con esa filosofía. Creo que eso hace que los relatos sean más ricos.
#71 El tuyo me gustó bastante... aunque yo añadiría más reflexión del personaje... más sensaciones... [yo, no tú.. ]
#72 Sí, realmente es lo que yo quería hacer, pero no se porqué me estanqué ahí y no pude darle más forma :s
#73 Pues un día, cuando estés menos "estancada" lo retocas y ya está... (aunque yo en determinados escritos prefiero no tocarlos una vez escritos... pienso en que no voy a estar a la altura... ¿os pasa lo mismo?)
bydiox a ver, yo en ningún momento te he dicho que metas diálogo. Sólo he dicho que el texto igual es demasiado metafórico, demasiado filosófico. Ahora añado un adjetivo que creo que lo califica aún mejor: abstracto.
Yo el único consejo que te dí es que jugaras con personajes. No te dije que cogieras 2 o más, puedes coger solo 1, pero que juegues con el personaje. Un debate interno, algún tipo de exposición de ideas... CREO que podría ayudar a que el texto fuera menos metafórico en ciertos aspectos. Es un texto demasiado liviano, creo que aunque esta bien que sea así, también tiene que tener un poco de peso en algunos puntos para que no se vuele. (hablando en sentido metafórico ).
Como otro ejemplo de texto filosófico te dejo aquí uno mío que ganó un certamen anterior de Relatos Cortos de MV. No porque sea bueno o malo, simplemente xq en ciertos aspectos tiene bastante que ver con el tuyo.
Y así ya me das tu opinión
Una vez más, dirigía mis pasos a un destino aún sin confirmar. Me gustaba echarme a andar, sin pensar a donde ir. De esta forma podía abstraerme, y desvincularme de todo lo que ocurría a mi alrededor. Andaba y pensaba. Cabizbajo. Mirando al suelo. Veía justo lo que esta delante de mis pies, y observaba como las puntas de mis botas se levantaban continuamente, para ir devorando poco a poco el camino que me llevaba a ninguna parte. Me gustaba andar, andar y pensar que no estaba pensando en nada, pensar que estaba andando por andar, sin rumbo, a merced de cualquier modificación, sin saber lo que iba a pasar. Es la única forma que tenía de relajarme. Iba matando los segundos uno por uno, mientras mi cuerpo, tambaleante, avanzaba sin parar. De vez en cuando volvía al mundo, y miraba a mi alrededor. Sin aminorar la marcha alzaba la vista, y notaba que todo había cambiado, pasaban horas, pero no sentía que hubiera transcurrido el tiempo. Era una sensación realmente gratificante, casi tan gratificante como descubrir que mis pasos siempre me llevaban al mismo sitio. Sin pensar a donde iba, mi cuerpo me conducía al mismo lugar cada día, sin errar una sola vez, como si aquel sitio tuviera algún tipo de fuerza que me atrajese.
Llovía. Las gotas golpeaban el suelo y las desnudas ramas de los árboles. También me golpeaban a mí. Notaba como el agua iba calando en mi abrigo, dejando que el viento acentuase todavía más el frío. Podía ver como con cada exhalación, el vaho atravesaba mi bufanda, proporcionándome unos segundos de calor. Luego volvía el frío, el silbido del viento, que asemejaba al afilar de los cuchillos, se deslizaba cortante, a través de mi ropaje recorriendo mi cuerpo sin piedad. Le oía gemir, era como si me hablase al oído, y su gélido aliento me congelase entero. Mi paso no cesaba. Mis botas se iban hundiendo ligeramente en una fina capa de barro, y sentía en cada paso la humedad del suelo. Apreté mis puños intentando ganar algo de calor, aunque casi no me quedaban fuerzas. Mis botas se hincaban cada vez más. Levantarlas suponía en cada zancada un mayor esfuerzo. El frío hacía llorar mis ojos, y no distinguía ya los objetos que la niebla no me llegaba a ocultar. No me veía los pies, y los grises árboles se escondían detrás de una fina tela blanca. Cuanto más andaba más me hundía, y más bajaba la temperatura. Empezó a nevar. Estaba helado, apenas conseguía arrastrar los pies, pero las pocas fuerzas que me quedaban, las malgastaba en avanzar.
-Ya queda poco- intentaba calmarme.- ¿Poco para qué?- Me pregunté, mientras continuaba con mi tímida marcha. -¿Poco para llegar a aquel sitio?- Estaba confuso, nunca intentaba llegar a ningún lado, simplemente echaba a andar, aunque de alguna forma, ya sabía donde acabaría. Siempre acababa allí. Siempre en el mismo sitio, siempre a la misma hora. Daba igual el rumbo, daba igual la hora de partida.
Pero hoy iba a ser diferente, la nieve me cubría hasta las rodillas, y el frío me había paralizado casi por completo. Estaba aterrorizado. Me froté los ojos con la manga del abrigo, intentando secarme las lágrimas, para ver algo a través de la ventisca. La niebla ya casi había desaparecido, pero el frío persistía. Seguí andando, pues tenía la esperanza de llegar, como todos los días, a aquel lugar. Y no me confundí. Ahí estaba. Entre los últimos árboles del bosque, justo antes del barranco. El banco donde siempre acababa mi camino. Donde siempre, todos los días, a la misma hora, llegaba para sentarme. Vacío, como de costumbre, y esperando para que ocupara mi lugar. La vista era deliciosa, el silencio absoluto. Me sentía feliz, realizado. Como si hubiera conseguido llegar a mi destino, después de tanto esfuerzo. Era una sensación extraña pues realmente no era mi destino, o eso me gustaba creer. Me senté en el banco tiritando, y me recogí todo lo que pude, intentando evitar el congelamiento. Me seguían llorando los ojos, pero ya no por le viento, que amainó considerablemente. Entre las montañas se vislumbraba un gran lago cuyo agua parecía plata, y del cual no se alcanzaba a ver el final. En una de las orillas había un puerto completamente vacío y un enorme y viejo barco atracado en él. De ahí salía un estrecho y tortuoso camino a un pequeño pueblo, que se perdía entre el bosque. Se veían las paredes de fría piedra, de algunas de las casas, que apenas se mantenían en píe. Los trozos de vigas de madera, obstaculizaban las pequeñas calles. Todo tenía un aspecto lóbrego. Casi podía oler la vieja madera carcomida. Una neblina gris enturbiaba el ambiente. La gama de colores se podía recoger en una paleta de grises y marrones. Sólo se oía el silencio. Yo seguía tiritando.
-¿Tienes frío?- Una voz me sorprendió. Una voz grave y dulce, que parecía acompañar a tan lúgubre paisaje, sonando bajo y arrastrada por el viento. Me giré, y descubrí que no estaba solo en aquel lugar. A mi izquierda había un anciano, envuelto en un mantón gris de tela áspera. Lucía una larga barba y largos cabellos, del mismo tono que el mantón. De entre sus pobladas cejas, brillaban dos pequeños ojos, separados por una ancha y achatada nariz, que de claros parecían cristales. Me miraba fijamente, una mirada fría y rasgada que se clavaba dentro de mí. Antes de que yo pudiera responderle, él ya se había quitado el mantón y me lo había puesto alrededor, sin dejar de mirarme. La tela estaba caliente. Dejé de tiritar.
-Ya estás mejor, aunque sigues un poco pálido. Eso ya no te lo puedo curar.- Prosiguió el anciano. Su voz parecía perderse en el tiempo. Levantó su arrugada mano derecha y la posó sobre mi frente. Su piel era suave y caliente, como la brisa de agosto.
-¿Tienes alguna pregunta?- La voz volvió a sonar. Tenía tantas preguntas que no sabía cual hacer y sólo salía un triste balbuceo de mi boca.
-¿Quién eres?- Al final conseguí pronunciar. Creí que era la pregunta más evidente, que debía hacerle a aquel desconocido anciano.
-Esa no es la pregunta que me quieres hacer. Esa respuesta ya la sabes.
-¿Dios? -Respondí. El anciano soltó una carcajada.
-¿Desde cuando crees tu en Dios?– dijo con una sonrisa entre sus barbas. -Ahora hazme la pregunta que me quieres hacer.-
Pensé durante un momento, y creí dar con la pregunta adecuada.
-¿Por qué siempre acabo aquí? – Pregunté con miedo. El anciano miró al suelo un momento y levantando la mirada respondió con voz firme:
-Porque me buscas. Siempre me estás buscando. Por eso siempre acabas aquí. Por eso no quieres tener un rumbo fijo, porque sabes que sino no me encontrarías.- Su voz retumbo en mi tímpano. Entonces comprendí.
- F I N -
Está bien tu relato, 3viL... Sé a lo que te refieres y puede que a mi texto le falte algo de "chicha" (xD), I know... pero no quería recargarlo como a otros muchos textos míos... quería que fuera algo muy simple, "abstracto" (lo define bien)... algo no aferrado a tópicos... [sí, ya sé que así no voy a ganar... pero weno... no tenía ganas de escribir otro relato sobre un suicida... xD]
#74 A mi también me pasa xD Pero no porque no pueda llegar a la altura, yo lo definiría mejor como que lo hecho, hecho está y es así porque en ese determinado momento es lo que te salió. Cuando lo retocas estás en otra circunstancia y puedes variar el sentido original que querías darle a la historia.
#84 Mira esto... http://www.media-vida.net/vertema.php?fid=23&tid=1828907372
Y la muerte no tiene que ser horrible y llena de sangre y dolor... No estoy de acuerdo... (aunque respeto tu opinión).
#88 Bueno, no creo que discutir sobre los gustos de cada uno sea una solución. Así que ya hemos dejado claro nuestros gustos y apreciaciones ^^